El Defensor del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Alejandro Amor, expresó su dolor por el fallecimiento de la profesora Sandra Calamano, vicedirectora de la Escuela n° 49 “Nicolas Avellaneda” de Moreno, y de Rubén Orlando Rodríguez, auxiliar de la misma institución, quienes murieron en el día de ayer a causa de una explosión ocurrida por la mañana en su espacio de trabajo.
«Nuestra más absoluta solidaridad para quienes se brindan a la tarea de formar y cuidar a los chicos y chicas que asisten a clases, y la esperanza de que estas cosas no sucedan más, porque la educación es la forma más importante de integrarse, de compartir, de convivir y es un camino de esperanza y de vida», aseguró el Defensor del Pueblo.
Integrantes del las áreas de Educación, Niñez y Adolescencia de este organismo constitucional se hicieron presentes en la marcha convocada en el día de hoy para acompañar a los y las trabajadoras de la educación de la Provincia de Buenos Aires.
Desde la Defensoría del Pueblo porteña insistimos en la necesidad de que el Estado debe cumplir con las obligaciones a su cargo, que deriven en la protección de toda la comunidad educativa, garanticen a los y las docentes las condiciones de trabajo adecuadas y pongan en valor su compromiso diario y la importante función pública que desempeñan.