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Día Nacional del Síndrome Urémico Hemolítico: El mensaje de la Defensoría

Cada 19 de agosto se recuerda la fecha con el propósito de informar a la población sobre los métodos para prevenir y detectar esa enfermedad y en homenaje a Carlos Arturo Gianantonio, precursor en su investigación.

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad grave que genera severas complicaciones en la salud y puede ser mortal. Es causada por una bacteria (Escherichia Coli enterohemorrágica o EHEC) que produce una toxina (Shiga) y suele encontrarse en el agua y en los alimentos.

Es preciso extremar los cuidados en el caso de niños/as, mujeres embarazadas, adultos mayores y de personas que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido.

El grupo poblacional más afectado lo conforman los/as menores de 5 años: de acuerdo a datos del Ministerio de Salud de Nación, el SUH constituye la principal causa pediátrica de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica. Asimismo, esta enfermedad es responsable del 20% de los trasplantes de riñón en niños/as y adolescentes.

¿Cómo se transmite la bacteria?

A través del consumo de alimentos y aguas contaminadas con E. Coli.  Es frecuente su presencia en carnes vacuna y de ave poco o mal cocidas, especialmente carne picada (hamburguesas), salames y arrollados de carne. También, en productos lácteos sin pasteurizar, frutas y verduras regadas con aguas contaminadas con la bacteria, mal lavadas o lavadas con agua no segura.

La bacteria puede transmitirse por “contaminación cruzada” que se produce por el contacto de alimentos crudos con cocidos. Para evitar esta contaminación es necesario usar utensilios de cocina para las carnes crudas que sean distintos de los utilizados para frutas y verduras, o bien lavarlos correctamente entre las preparaciones.

También, entre personas por la falta de pautas adecuadas de higiene, como lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar alimentos o comer.

Por el uso de agua no segura para la higiene personal, o a través de aguas de recreación (natatorios).

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?

Comienza con dolores abdominales intensos, diarrea mucosa o mucosanguinolenta (que tiñe de color rosado los pañales o la materia fecal), falta de producción de orina (deficiencia renal).

Puede producir fiebre, vómitos, debilidad, letargo, palidez, hematomas, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños puntos rojos (petequia).

Puede producir anemia, afectación de la función renal, complicaciones neurológicas, intestinales y cardíacas.

¿Qué debe hacerse ante la presencia de estos síntomas?

Cualquiera de los signos de alarma mencionados es suficiente motivo para hacer una consulta inmediata con el/la médico/a o concurrir al servicio de guardia más próximo. Evitar la automedicación con antidiarreicos.

Si se diagnostica SUH, el/la médico/a deberá realizar un “tratamiento de soporte” para contrarrestar los síntomas, que será de acuerdo a los gravedad de los mismos y las características de cada paciente (edad, tolerancia a los medicamentos, existencia de patología de base).

¿Cuáles son las formas de prevenir el SUH?

-Lavarse correctamente las manos con agua y jabón SIEMPRE antes, durante y después de la preparación de los alimentos, de manipular alimentos crudos (carnes y verduras), antes de comer o beber, después de ir al baño o de cambiar pañales, de estar en contacto con mascotas o animales de granja, de trabajar la tierra, de regresar de la calle.

-Cocinar las carnes a más de 75 ºC, ya que el calor elimina la toxicidad de la bacteria. Verificar que los jugos de la carne pierdan su tonalidad rosada.

-Lavar los utensillos de cocina.

-Conservar los alimentos frescos y cocidos en la heladera.

-Conservar la cadena de frío de los alimentos que lo requieren.

-Cuidar el almacenamiento de los productos en la heladera: la carne cruda debe ser colocada en el estante más bajo de la heladera, para evitar que la sangre que pueda derramarse contamine los otros alimentos.

-Consumir agua potable. Ante dudas sobre la calidad del agua, se recomienda hervirla o agregarle dos gotas de lavandina por litro de agua, agitar y dejar reposar 30 minutos antes de ingerirla.

-Consumir leche pasteurizada o hervirla. Consumir lácteos preparados a partir de leche pasteurizada.

-Lavar frutas y verduras con agua segura. Si esto no es posible, se recomienda hervir el agua de lavado o agregarle dos gotas de lavandina por litro, agitar y dejar reposar 30 minutos antes de usar.

-Se recomienda bañar a los niños con agua segura y si se asiste a una pileta de natación, verificar que la misma se encuentre adecuadamente clorada.

Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) recomienda:

-Adquirir productos de origen animal y vegetal en establecimientos que reúnan las condiciones de higiene y habilitación necesarias.

-Asegurar prácticas de higiene y refrigeración durante el faenamiento del ganado.

-Evitar el consumo de alimentos en lugares con animales que puedan ser portadores.

-En caso de trabajar en el campo, extremar las medidas de control sobre la vestimenta e higiene personal para prevenir la contaminación del ámbito familiar.

-Evitar que los niños menores de 5 años consuman chacinados y carnes de faenas caseras.

-Aplicar controles en los puntos críticos de la elaboración de alimentos.

Para consultas o atención médica de emergencia revisá el listado de centros de salud (CeSAC) y hospitales públicos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.