Para este 2020, la campaña de la OMS se focaliza en la protección de los jóvenes frente a la manipulación informativa, que se impulsa desde la industria del sector.
Según datos de este organismo internacional, el consumo del tabaco o su exposición pasiva, mata cada año cerca de 8 millones de personas.
En la Argentina, los datos oficiales señalan que la cantidad de fumadores descendió del 25,1 por ciento en 2013, al 22, 2 en 2019.
No obstante ello, estas cifras continúan siendo muy altas, ya que indican que cerca de 9 millones de personas consumen tabaco en nuestro país, con un triste saldo de 44 mil muertes anuales.
Se sabe que el contexto de actual de excepción, fruto de la pandemia del COVID-19, genera situaciones donde es posible que este tipo de consumos se incremente y haga más difícil el comienzo de un tratamiento para dejar de fumar.
Por tal motivo, la campaña de la Defensoría del Pueblo se centra en la promoción de hábitos de vida saludable y de conductas preventivas, para moderar el impacto en la persona fumadora y para cuidar a quienes la rodean.
Siempre es importante tener en cuenta que al dejar de fumar se producen estos cambios positivos en la salud:
-A los 20 minutos: la presión arterial y el ritmo cardíaco comienzan a normalizarse.
-A las 8 horas: el nivel de oxígeno se aproxima al normal. Los niveles de nicotina se reducen.
-A las 24 horas: disminuye el riesgo de infarto y los pulmones comienzan a limpiarse.
-A las 48 horas: la nicotina desaparece del organismo.
-A los 3 días: aumenta la capacidad pulmonar reduciéndose la tos.
-A los 15 días: mejora la circulación sanguínea y la dependencia física a la nicotina desaparece.
-Al mes-2 meses: la presión arterial recupera sus valores normales reduciéndose la tos.
-A los 3-6 meses: se consolida la conducta no fumadora en tu vida cotidiana.
Los beneficios son indudables. Es necesario disuadir el consumo del tabaco en todas sus formas.