La problemática también afecta a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y es motivo de la mayor preocupación en la Defensoría del Pueblo. En tal sentido, en octubre de 2018 el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires recomendó al Presidente de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), que se comience a «controlar de manera sistemática la presencia de Material Particulado PM2,5 en el aire ambiente» de nuestra ciudad.
A su vez, también le solicitó que se incremente «la cantidad de torres de monitoreo de calidad de aire ambiente». Dentro de los contaminantes que pueden estar presentes en el aire, las llamadas PM 2.5, que son las más pequeñas, son las más peligrosas para la salud humana. Sin embargo, el GCBA hasta la fecha no ha instalado los filtros dispositivos para controlar su presencia.