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Día Mundial del Donante de Sangre: el mensaje de la Defensoría

El 14 de junio se celebra el acto solidario de donar sangre para salvar vidas. Este año el lema adoptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “sangre segura para todos”. La Defensoría del Pueblo te cuenta de qué se trata.

Donar sangre es un acto voluntario y altruista que salva millones de vidas. Por eso cada 14 de Junio se celebra a todas aquellas personas que son capaces de este gesto solidario y se invita al resto de la población a comprender la importancia de la donación de sangre y a convertirse en donante habitual.

La sangre no puede fabricarse ni reemplazarse, por ello es imprescindible que existan donaciones voluntarias y permanentes, dado que son el único recurso para disponer de sangre segura para todos/as aquellos/as que la necesiten.

¿Para qué sirve la donación de sangre?

La sangre obtenida a través de la donación voluntaria se utiliza en transfusiones, en procedimientos como trasplantes, cirugías, tratamientos oncológicos y en atención de accidentes y emergencias.

Se calcula que en nuestro país, 9 de cada 10 personas van a necesitar una donación de sangre para ellas o para su entorno, en algún momento de sus vidas.

Los componentes de la sangre se utilizan para distintos tratamientos:

-glóbulos rojos: anemias crónicas, anemias agudas, cirugías y trasplantes;

-plaquetas: quimioterapia, aplasia medular, trasplantes;

-plasma y derivados: hemofilia, problemas de coagulación, quemaduras y enfermedades del riñón o el hígado.

¿Qué es la sangre segura?

Es la que está libre de virus, parásitos y sustancias químicas que pueden causar daño o enfermedades al paciente receptor de la sangre donada.

Existen enfermedades que se transmiten mediante la sangre, por lo tanto, cada extracción es analizada previamente a su uso. En nuestro país se le realizan análisis para hepatitis B y C, VIH-Sida, HTLV (virus linfotrópico de células T humanas) I y II, sífilis, brucelosis y Chagas. En el caso de detectarse alguna infección a la sangre donada, la misma es descartada, y se le comunica la novedad al/la donante, a quien se lo/la orienta para la atención de su salud y el tratamiento adecuado.

La sangre y sus derivados no deben ser objetos de comercialización, del mismo modo que la donación no debe ser remunerada (paga). En parte, este carácter altruista y desinteresado del acto de donar asegura la calidad de lo donado. 

La sangre segura es un compromiso de responsabilidad individual y colectiva que involucra a los/as donantes, los proveedores de servicios de sangre y los gobiernos.

El lema de la OMS “sangre segura para todos y todas” es un llamado a las conducciones políticas y sanitarias de los distintos países, para que garanticen en ellos el acceso oportuno y universal a transfusiones de sangre y productos sanguíneos seguros y de calidad.

¿Quiénes pueden ser donantes?

En principio, todas las personas pueden donar sangre, aunque existen algunas restricciones que cuidan al/la donante y también garantizan una sangre segura para el/la receptor/a.

Es necesario pesar más de 50 kilos y tener buena salud, lo cual es evaluado por un/a profesional médico/a en la consulta pre-donación.

Los adolescentes entre 16 y 18 años necesitan una autorización de su madre, padre o tutor/a. Los/as adultos/as mayores de 65 años deben contar con una autorización médica.

Las mujeres pueden donar sangre hasta tres veces al año, mientras que los hombres pueden hacerlo hasta cuatro veces al año. Debe respetarse un intervalo de dos meses entre una donación y la siguiente.

En el caso de haberse realizado un tatuaje o un piercing, se deberá esperar un año para poder donar. Es requisito no haber mantenido relaciones sexuales sin protección (sin uso de preservativo) en el último año, ni haber sido transfundido/a. No pueden donar las mujeres embarazadas o las que están amantando.

Con respecto a los medicamentos que usualmente consume el/la potencial donante, ello debe ser informado al profesional que realice la consulta pre-donación, para que pueda evaluarlo. No pueden donar sangre las personas que están tomando antibióticos, anticoagulantes, medicamentos oncológicos o insulina.

Todas las personas que quieran donar sangre deben participar de una entrevista previa, en la que se determina si se está apto para hacerlo. Se realiza para asegurar que la donación no afecte al/la donante y que la sangre obtenida sea segura para el receptor. Es una entrevista médica confidencial, en la que el/la profesional explicará aquellas situaciones por las cuales una persona no debería donar. Asimismo, cada uno/a tiene derecho a autoexcluirse y decidir no donar en ese momento, si persiste alguna duda. En esa misma consulta se verifica el peso, temperatura corporal, pulso y presión arterial, y se toman muestras de sangre.

¿Qué tengo que tener en cuenta para la donación?

Para donar, es preciso llevar el Documento de Identidad, estar descansado/a, sentirse en buenas condiciones, no estar en ayunas e ingerir abundante líquido, antes y después de la donación.

Todas las extracciones se realizan bajo supervisión, por lo tanto no hay riesgos de infección o contaminación al donar sangre, tanto para el donante como para el receptor. El material que se utiliza es de uso único, estéril y descartable.

En algunos establecimientos de salud, suele requerirse a los familiares de pacientes internados que necesitan transfusiones, la presentación de una determinada cantidad de donantes o la reposición de lo transfundido. Es preciso aclarar que la atención de una persona o la realización de procedimientos indicados de ninguna manera pueden estar condicionados, demorarse o ser negados por la falta de aporte de donantes.

Resultan de mucha utilidad las acciones que alientan a pacientes, a sus familiares y a las personas en general, a realizar donaciones voluntarias y periódicas. Ello permite contar con una cantidad de donantes responsables, lo que asegura una reserva de sangre y la garantía de su disponibilidad para quien la necesite. El aporte solidario es la única manera.

¿Qué son los bancos de sangre?

Las extracciones se realizan en los Bancos de Sangre, y/o Centros de Hemoterapia habilitados por las autoridades sanitarias. Las mismas son las responsables de dictar las normas para proteger la salud de donantes y receptores.

Los Bancos de Sangre son los que conocen la cantidad y tipos de componentes sanguíneos requeridos por su jurisdicción y son responsables de instrumentar los medios para asegurar su disponibilidad.

¿Cuál es la legislación vigente?

En nuestro país, la Ley Nacional 22.990 de Sangre, establece el marco normativo en la materia con alcance nacional, regulando las actividades relacionadas con la sangre humana, sus componentes, derivados y subproductos. En su artículo 18, crea el sistema nacional de sangre. La Secretaría de Salud es la autoridad de aplicación.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con la Ley N° 3.328, “Ley de sangre, sus componentes y hemoderivados”, que proporciona un marco regulatorio y promueve medidas para el abastecimiento y la seguridad transfusional, en concordancia con la Ley nacional de sangre y su decreto reglamentario.

La sangre es un recurso vital, no puede fabricarse ni reemplazarse. Por eso, la donación voluntaria es clave. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, podés donar en todos los hospitales públicos. Si querés obtener más información sobre donación de sangre, comunicate al 0800-222-1002 o ingresá aquí.