“La poesía es un arma cargada de futuro” escribió el poeta español Gabriel Celaya, y como tal ha sido practicada a lo largo de la historia en todas las culturas, hablando de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, como un poderoso catalizador del diálogo y la paz.
El Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, apoyar a las pequeñas editoriales y fomentar su convergencia con otras artes, a fin de que la poesía continúe uniendo personas en todos los continentes.
La Organización de las Naciones Unidas destaca “La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la forma en que usamos las palabras y nuestros modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye sin duda otra faceta del diálogo entre las culturas”.
En este sentido de innovación y diversidad, Alejandra Pizarnik afirmó que “esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio… Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa” (La palabra que sana, 1971).