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Blood pressure measuring studio shot

Día Mundial de la Hipertensión Arterial: El mensaje de la Defensoría

Según estimaciones de Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada tres adultos en el mundo la padece. Esta conmemoración representa una oportunidad para revisar nuestros hábitos y hacer prevención.

La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra la pared de las arterias cuando pasa por ellas, tanto al ser eyectada desde el corazón (presión sistólica o máxima) como entre latidos  (diastólica o mínima).

El aumento de alguna de estas presiones y su mantenimiento en el tiempo se denomina Hipertensión Arterial (HTA) y constituye uno de los factores de riesgo cardiovascular más importante: puede desencadenar infartos de miocardio e insuficiencia cardiaca, pero también, accidentes cerebrovasculares (ACV) y daño renal.

Entre sus causas puede existir un componente hereditario, pero igualmente relevante lo es el estilo de vida: el sobrepeso y la obesidad, el tabaquismo y la ingesta de alcohol, el excesivo consumo de sal en las comidas y la falta de actividad física son factores condicionantes.  

La mayoría de las personas con HTA no registra síntomas. Esto representa un riesgo para la salud,  pues la falta de esos avisos demora su reconocimiento, diagnóstico y la indicación del tratamiento para su control, que será el adecuado para cada caso. A pesar de ser una enfermedad “silenciosa”, ocasionalmente puede provocar dolor de cabeza, dificultades respiratorias, mareos o vértigo, dolor torácico, palpitaciones y hemorragias nasales.

Sea para evitar la HTA o para colaborar con su control, las recomendaciones habituales son:

-Mantener un peso corporal adecuado. El sobrepeso aumenta el trabajo del corazón y eleva los niveles de presión arterial.

-Adoptar una dieta cardiosaludable. Aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres, frutos secos, pescados de mar, carnes magras, aceites de semillas y bebidas saludables (agua, jugos naturales, infusiones).

-Reducir el consumo de sal (dieta hiposódica). Utilizar hierbas aromáticas y limón en su reemplazo. Evitar alimentos precocidos, fiambres, embutidos, enlatados, ahumados, aperitivos, sopas deshidratadas, que contienen altos niveles de sodio.

-Realizar actividad física de exigencia controlada. Caminatas a paso ligero, natación o ciclismo, entre otras. La práctica habitual estabiliza la presión y protege contra los efectos negativos del estrés en la salud.

-Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol y de bebidas estimulantes.

Si vivís en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y necesitás hacer una consulta médica al respecto, encontrá el centro de salud (CeSAC) u hospital público más cercano a tu domicilio aquí.