Se celebra en todo el mundo cada 19 de marzo. La fecha tiene origen en la religión católica y coincide con el Día de San José, en conmemoración del padre de Jesús y esposo de María, que era carpintero.
En la República Argentina hay artesanos y artesanas que trabajan con madera, cuero, diversos metales, tela y hueso, entre otros materiales. Algunos provienen de comunidades rurales y otros viven y trabajan en centros urbanos. Hay estilos artesanales ligados a la tradición y, también, hay estilos más innovadores y modernos. Sin embargo, todos comparten la misma pasión por el trabajo manual.
La importancia de la artesanía se expresa tanto en términos económicos como culturales. A nivel económico, implica la presencia de trabajo genuino y sustentable. En este proceso, los artesanos y las artesanas se vinculan directamente con la materia prima y generan valor agregado, con un modo de producción a baja escala que no perjudica el medio ambiente. A nivel cultural, las artesanías operan como una polea de transmisión de la identidad y la memoria de los pueblos, una herramienta que conecta el pasado con el presente, vinculando la tradición, lo simbólico y lo utilitario.
En un mundo dominado cada vez más por la concentración del capital, se torna una necesidad para este sector que el Estado promueva políticas que lo protejan, lo sostengan y potencien su desarrollo. Desde la Defensoría del Pueblo celebramos el trabajo de los artesanos y las artesanas en su día.