En 1996, la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos inició un proceso de evaluación de esta Campaña para ampliar su enfoque temático a la luz de nuevas problemáticas que afectan negativamente la salud de las mujeres. Las organizaciones latinoamericanas y caribeñas se reunieron en Cuenca, Ecuador, y decidieron desde entonces impulsar en la región la Campaña por el Ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos, bajo la coordinación de la RSMLAC.
El acceso a la salud sin discriminación de ningún tipo a lo largo de todo el ciclo vital, exige el respeto a normas internacionales y leyes locales que deben ser guía en la aplicación de políticas públicas efectivas que incidan de manera integral en las mujeres. Como así también que contribuyan a la eliminación de todos los obstáculos legales y culturales que impiden a las mujeres gozar plenamente de este derecho humano, fundamentalmente aquellos basados en estereotipos de género.
Hablar de salud integral implica considerar contar con servicios de atención, tratamientos gratuitos o de bajo costo, acceso a información sobre la temática, tratamientos de salud mental, respeto a la libre autodeterminación en el ejercicio de la sexualidad y a la elección sexual, entre otros aspectos. Tal como lo estipula la Ley 26. 485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, especialmente la violencia que ocurre al interior de las familia, la violencia sexual y el derecho a una participación igualitaria de las mujeres en las instancias de decisión de políticas de salud.
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