El término «Pachamama» está formado por dos palabras de origen quechua: “pacha” significa mundo, tiempo, universo y lugar, y “mama”, madre. La Pachamama es la diosa de la tierra, la que concibe la vida, la madre protectora que protege, nutre y sustenta a los seres humanos y, por todos estos atributos, es honrada.
El Día de la Pachamama es un rito que las comunidades andinas celebran desde hace varios siglos. En esta fecha se realiza un acto religioso en el que las personas purifican la tierra, agradecen y le piden buenas cosechas y protección para todos los pobladores. En provincias del norte como Salta y Jujuy se le ofrendan hojas de coca, chicha, alimentos y cigarros.
Esta ceremonia se ha extendido a través de las comunidades indígenas al resto del país incluidos los centros urbanos. De este modo se ha consolidado y enriquecido con legados propios de cada comunidad su fructífero aporte a la cultura e identidad de los argentinos.
En este marco, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se suma a esta celebración honrando y apoyando con su promoción y difusión de un ritual que tanto nutre a la cultura y diversidad de nuestra sociedad.