Este tratado internacional es una pieza valiosa para las democracias del mundo entero, ya que antes de su vigencia, durante e incluso hoy en día, se siguen suscitando hechos de torturas sobre incontable cantidad de personas que se transmutan en víctimas y, cuyos perjuicio se traslada en muchos casos también a sus familiares como receptores de un daño colateral.
Por ello,remarcando la necesidad de evitar prejuicios sobre la condición de ningún ser humano, nos unimos en primer lugar para reconocer y apoyar a las víctimas del pasado, como parte de nuestro presente, la víctimas actuales y evitar su reproducción futura, como una de las máximas expresiones de este sistema internacional de protección de derechos humanos.
Desde esta Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estamos convencidos sobre la importancia de nuestra misión de trabajar por un mundo libre de Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, para finalmente llevar paz y transitar el camino “Del Horror a la Curación”.
Finalmente, se destaca la creación en el ámbito de este organismo constitucional del Mecanismo para la Prevención de Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, mediante el cual reafirmamos nuestro compromiso y trabajo cotidiano y permanente para la prevención estas prácticas que atentan contra la los derechos humanos, la integridad física y psicológicas de las personas.
