La Argentina atraviesa desde hace dos años y medio –tras la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia- un cambio fuerte en sus políticas energéticas, que incluyó la quita progresiva de subsidios energéticos totales y un fuerte incremento en las tarifas de servicios públicos esenciales.
Según el relevamiento del FMI, Argentina en 2015 destinaba el 3.25% de sus ingresos totales a subsidiar el acceso a la energía. Este importante porcentaje es menor a que destinan otros países como Bulgaria (33.85%), Serbia (24.70%), China (20.13%), Venezuela (19.96%), Rusia (15.97%), Arabia Saudita (13.23%), India (12.34%), Polonia (9.13%), Bolivia (6.77%), Qatar (6.37%), Estados Unidos (3.82%) y Chile (3.32%).
Entre los países que destinan menos recursos (en proporción al PBI) que la Argentina a subsidios energéticos totales están: Luxemburgo (3.24%), Japón (3.22%), Grecia (2.61%), Canadá (2.46%), Brasil (2.35%), México (2.26%), Australia (1.96%), Paraguay (1.80%), España (1.70%), Alemania (1.42%), Reino Unido (1.37%), Francia (1.03%), Italia (0.62%), Uruguay (0.45%).
De esta manera, el informe revela que los subsidios energéticos medidos al año 2015 en nuestro país no sobresalen por encima de los subsidios de muchos países en términos de comparaciones internacionales ni superan la media internacional (3.25% del PBI).