El panel de apertura estuvo a cargo de Silvina Pennella, secretaria general del organismo y directora ejecutiva del consejo, quien señaló que “el cambio climático es inescindible del modo de producción. La Agenda 2030 propone un cambio de paradigma de desarrollo que no deje a nadie atrás”.
Sin embargo, advirtió que “la brecha entre los objetivos de la Agenda y la realidad es cada vez más grande, lo que evidencia que el cambio climático está sucediendo más rápido que lo previsto y que la crisis climática no se sortea con declaraciones, hace falta el compromiso férreo de los Estados”.
“Cuando hablamos de cambio climático, hablamos de amenazas a los derechos humanos de las personas”, cerró Pennella.
Por su parte, Xavier Mena (representante adjunto regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas) afirmó que “el cambio climático contribuye con una frecuencia cada vez mayor a fenómenos meteorológicos extremos y es responsable de los desplazamientos de las comunidades afectadas”.
En este sentido, agregó que “las personas que menos han contribuido al efecto invernadero son las más afectadas. Por eso la respuesta debe ser con enfoque de derechos humanos, para promover y proteger el derecho a la vida, la vivienda, la salud, la educación, la alimentación y el acceso al agua potable”.
“Estamos acá para que el planeta sea un lugar donde las próximas generaciones puedan vivir con dignidad y derechos”, concluyó.
A continuación, Fernando Fimognare (coordinador operativo de Planeamiento, Obras y Espacio Público de la casa), aseguró que el cambio climático “es un problema de derechos humanos y de justicia, pone en riesgo la vida de las personas y afecta a los sectores de mayor vulnerabilidad. Frenarlo depende de la toma de decisiones de los gobiernos y las grandes empresas, pero también es fundamental el empoderamiento y la presión de la sociedad civil”.
Luis Di Pietro (Coordinador del Proyecto ODS en el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales) se refirió a la labor del Consejo en pos de desarrollar los objetivos de la Agenda 2030 a nivel local y su articulación a nivel nacional, provincial y municipal: “Hemos fijado indicadores y metas locales con mediciones cuantitativas. El Estado está rindiendo cuenta con informes abiertos a la ciudadanía, y también a nivel regional, ante la CEPAL”.
Por último, el Defensor adjunto Carlos Palmiotti, advirtió sobre la falta de políticas públicas “que le den pelea a esta situación” y reivindicó la importancia de la militancia ambiental: “Hoy vemos que el ejemplo y el camino lo están marcando los jóvenes”.
A lo largo de la jornada, se llevaron a cabo tres paneles:
El primero, “Políticas Públicas, Derechos Humanos y Cambio Climático”, abordó la situación en la Ciudad de Buenos Aires, y contó con la participación de Gabriel Lanfranchi (director de Ciudades del CIPPEC), Rodrigo Vidal Maula (director general de Política y Estrategia Ambiental del GCBA), Graciela Dede (asesora en Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Uruguay), y Antonio Elio Brailovsky (titular del Observatorio Ambiental de la Defensoría).
A continuación, tuvo lugar una mesa de debate sobre militancia juvenil y cambio climático, moderado por Nora Bär (editora de Ciencia/Salud de La Nación), encabezado por la Defensora adjunta Bárbara Bonelli, y con la presencia de Máximo Mazzocco (EcoHouse), Stephanie Cabovianco (Aclimatado), Bruno Rodríguez (Jóvenes por el Clima), Julián Monkes (Vuelta al Mundo), y Martín Vainstein (Climate Tracker).
En último término, David Barrio (oficial de Asuntos Económicos de la CEPAL), Andrés Nápoli (director ejecutivo de Fundación Ambiente y Recursos Naturales), Enrique Viale (presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas), María Eugenia Di Paola (coordinadora del área de ambiente del Programa de Naciones unidas para el Desarrollo), Gastón Chillier (director ejecutivo del CELS), y Hernan Invernizzi (coordinador operativo de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Defensoría), reflexionaron sobre la participación pública y la justicia ambiental.
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