La nueva normativa, aprobada durante la última Conferencia Internacional del Trabajo en 2019, define como violencia y acoso a una serie de comportamientos y prácticas consideradas inaceptables, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, y que tengan por objeto, causen o sean susceptibles de causar daño físico, psicológico, sexual, o económico. Asimismo, incorpora la violencia y el acoso por razones de género en el contexto de una relación laboral.
Por otra parte, resulta novedoso que la normativa protege a las y los empleados independientemente de cada situación contractual particular. Así, incluye a las personas que realizan actividades de formación profesional en calidad de pasantes, a las que cuentan con contratos rescindidos, y a quienes están en la búsqueda de un empleo, ya que se considera que el acoso y la violencia pueden darse también en el marco de las entrevistas de trabajo.
La violencia de género y en el ámbito laboral son ejes de trabajo centrales para la Defensoría. Por tal motivo, en 2019 se presentaron dos iniciativas ante la Legislatura porteña para instar al Congreso a ratificar este documento internacional, a la vez que para solicitar la aplicación del mismo en los tres poderes y todos los organismos del Estado de la Ciudad.