Desde una perspectiva de derechos humanos el trabajo desarrolla una reflexión sobre el consumo de drogas y alcohol y cómo existen discursos que asocian estas patologías al delito y a la peligrosidad o viceversa.
Engloba la salud mental, las adicciones, su tratamiento mediático discriminatorio y el rol de los medios en la construcción social de la realidad.
El informe remarca la necesidad de asumir el desafío sobre nuevas perspectivas sanitarias en el enfoque de derechos que atentan contra la inclusión social de los grupos más vulnerables.