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18-03 comite de crisis villa soldati cortada

Comité de Crisis de Villa Soldati

Se llevó a cabo de manera presencial en El Descanso del Peregrino, un predio de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, atendiendo a todos los cuidados previstos por el protocolo vigente.

El 18 de marzo, el equipo de la Coordinación Operativa de Villas participó del Comité de Crisis de Soldati. Dicho espacio reúne a organismos estatales, organizaciones sociales, referentes y vecinos de los barrios Los Pinos, Las Palomas, 26 de Junio, La Veredita, Calaza, Calacita, 180 viviendas, San Francisco, Piletones, Esperanza, Carrillo, Lacarra y Fátima. En el encuentro estuvieron presentes representantes del Instituto de Vivienda de la ciudad (IVC) las comuneras Eliana Nuñez y Nayla Loitegui, los sacerdotes de Virgen Inmaculada y Nuestra Sra. de Fátima, Adrián Bennardis y Andrés Tocalini, quienes acompañan las distintas comunidades, referentes barriales, organizaciones sociales y vecinos.
La reunión del comité se inició con la presentación, por parte del IVC, del nuevo coordinador del proyecto Lacarra-Carrillo, Christian Libonatti. En tal sentido, fueron unánimes las voces de los presentes destacando la necesidad de que el Estado tenga una mirada amplia de Soldati y reconociendo que existen temas transversales a todos los barrios.
Por su parte, organizaciones y referentes demandaron información sobre el presupuesto asignado a obras y propusieron acordar una agenda de trabajo en función de los temas y prioridades que se vienen reclamando. Entre ellos, temas urgentes como es el caso de seguridad, la conexión a servicios públicos esenciales de La Veredita, limpieza del Lago Soldati, mantenimiento de San Francisco; y factores estructurales, tales como alumbrado público, ordenamiento de recicladores urbanos, deficiencias en los tendidos de redes cloacales, de agua, y eléctricos, falta de vacantes escolares, altos niveles de deserción escolar, disponibilidad de transportes, limitaciones en la conectividad, falta de dispositivos para estudiantes, insuficientes espacios de apoyos escolares y de formación laboral y profesional.
Desde la Defensoría de Pueblo se subrayó la necesidad de evitar la fragmentación y se recordó el aporte que los barrios vulnerados pueden realizar a la ciudad en términos de cultura, solidaridad y capacidad de trabajo, en el marco de una verdadera integración socio – urbana. De igual modo, se demandó una mayor disponibilidad de recursos del Estado en áreas de infraestructura, salud, empleo, educación y trabajo, verdaderos ejes de la integración.