Comenzó la Cumbre Mundial de Políticas Públicas

El Defensor del Pueblo, Alejandro Amor, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el obispo auxiliar de la Ciudad, monseñor Gustavo Carrara, y el presidente de la Cumbre Mundial de Políticas Públicas, Julio Pizetti, dieron inicio a la Cumbre de Políticas Públicas que se lleva a cabo en el auditorio de la sede central de la Defensoría, ubicada en Avenida Belgrano 673.

La jornada busca promover un espacio de debate libre de ideas, la innovación y la creatividad, con el fin de avanzar en el desarrollo de nuevos modelos de políticas públicas, basados en el compromiso de las partes, la tolerancia a las diferencias y la construcción a partir de las coincidencias.

“Desde la Defensoría creemos en la igualdad y el acceso universal de derechos y garantías para todas las personas, por eso esperamos que esta cumbre genere debates que nos permitan construir puentes para derribar muros”, indicó el Defensor del Pueblo porteño durante su exposición en el panel de apertura.

Rodríguez Larreta celebró el constante trabajo en conjunto que se realiza con la Defensoría, sin dejar de respetar los roles de cada institución y en constante colaboración para mejorar las condiciones de la Ciudad. “Espero que este encuentro nos sirva para parar la pelota, mirar los problemas con perspectiva y generar ámbitos de reflexión que nos permitan enriquecer nuestras políticas públicas”, expresó .

El jefe porteño destacó dos ámbitos en los que está trabajando fuertemente el Gobierno de la Ciudad: la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, y la integración socio urbana de las villas, eje que también es uno de los principales a tratar en esta cumbre.

En ese sentido, aclaró que el proceso de integración no se trata sólo de generar mejoras materiales sino de “realmente generar un vínculo con el resto de la sociedad”.

“Se trata de cambiar las dos lógicas que había en la Ciudad al respecto, la expulsión y la imposición de modelos de urbanización. La integración es justamente lo contrario, se trata de arraigar y escuchar aceptando que debemos construir a partir de las diferencias y el consenso, además de respetar las distintas culturas, costumbres y tradiciones”, opinó en la misma línea Amor.

A su vez, monseñor Carrara señaló que «se trata de un proceso que tiene que ver con el desarrollo de la Ciudad, es entender que no es el Estado el que aporta a las villas, sino que también las villas aportan”.

Carrara citó al Papa Francisco y dijo: “Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo”.

Por último, Pizetti manifestó que uno de los objetivos principales de este encuentro es “crear espacios de consenso, para pensar cómo construimos a partir de las disidencias y así generar propuestas».

La jornada continuó con un primer bloque dedicado a la integración socio urbana de las villas. En el comienzo de esta mesa, Oscar Oszlak, doctor en Ciencia Política y en Economía del UBA,  investigador superior del Conicet, fundador del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y autor de «La formación del Estado argentino» y del recientemente reeditado «Merecer la ciudad: los pobres y el derecho al espacio urbano», dictó una clase magistral sobre esta temática. Luego, con la moderación del director del Programa de Villas de la Defensoría, Federico Berardi, participaron como oradores Agustín Salvia, director del Observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA); Adriana Clemente, directora del Centro de Estudios de Ciudad (CEC) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA); María Migliore, del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC);  y Jaime Sorín, ex decano de la Facultad de Arquitectura de la UBA.

La segunda parte de la cumbre se referirá a los retos y desafíos en la implementación de la Agenda 2030.

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