El Cine Teatro Urquiza fue fundado en 1926 y desde entonces se convirtió en uno de los grandes polos culturales del barrio de Parque Patricios, hasta su cierre en 1960. En su escenario se presentaron figuras como Carlos Gardel, Tita Merello y Aníbal Troilo, entre otros. La semana pasada se realizó la última audiencia pública por la recuperación del lugar en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), donde los vecinos llegaron a un acuerdo con los dueños del inmueble para la construcción de un centro cultural.
La Defensoría del Pueblo había acompañado la lucha de los vecinos con la presentación ante la Legislatura porteña de un proyecto de ley para catalogar el Cine Teatro Urquiza con nivel de protección “Cautelar”, en los términos del Artículo 10.3.3 del Capítulo 10.3 “Catalogación” del Código de Planeamiento Urbano. La iniciativa hacía referencia a que en la sala teatral y en la fachada se admitiría solo el grado de intervención 1. Este tipo de intervención comprende las obras o acciones dirigidas a restituir las condiciones originales del edificio o aquellas que a lo largo del tiempo hayan sido agregadas y formen parte integral del mismo.
El convenio firmado implica que en Avenida Caseros 2826 Establecimientos Campana (los propietarios del terreno) podrá construir un edificio de oficinas de nueve pisos como lo tenían previsto. Pero la firma deberá edificar, al mismo tiempo, una sala teatral “con destino a espacio cultural”, según consta en el documento del acuerdo. El compromiso indica, a su vez, que deberá respetar la fachada y conservar lo más posible su aspecto original. “Se nos está dando la razón. Esto sienta un precedente. En estos tiempos, lograr que el privado cumpla las leyes es un logro importantísimo. Querían que nos cansáramos. Sobre la base de las leyes actuales es el mejor desenlace que hemos podido obtener. El Parlamento debería rever las leyes patrimoniales”, consideró uno de los vecinos involucrados, Octavio Martín. “Hoy podemos decir que la lucha vale la pena”, agregó Karina Cicovin, otra de las vecinas que participaron de la audiencia. “Soñar un espacio así es posible si los vecinos se juntan”, concluyó.
A la reunión asistieron representantes del gobierno porteño que se habían reunido con los vecinos la semana pasada y se habían comprometido a poner a disposición de la comunidad y de los dueños del inmueble líneas y programas culturales.
“No sabemos cómo se va a desarrollar el espacio”, aclaró Cicovin. Es que el centro cultural que se construya pertenecerá, claro, a la firma propietaria. El documento del acuerdo especifica que el espacio no pertenece al Estado y que no existe obligación por parte de Establecimientos Campana ni de quien gestione el lugar de cederlo para fines culturales a “título gratuito”. Finalmente, los vecinos consideraron que el proyecto dependerá de “la buena voluntad” de la firma, dijeron ellos.
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