Bandera Argentina
Fachada a Supermercado Jumbo

Canasta Básica, Pobreza y Salario Mínimo

El Programa de Estudios Tributarios e Impositivos para la Administración Pública de la Defensoría porteña nos acerca los últimos datos de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total. Además en este informe se aportan datos sobre la evolución de ciertos indicadores de ingreso, tales como la jubilación mínima, la AUH y el SMVyM.

Según informó el INDEC el pasado jueves 22 de agosto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para un hogar compuesto por cuatro integrantes, un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 y una hija de 8 años; ascendió a $12.773,78 en el pasado mes de julio.  Asimismo, la Canasta Básica Total (CBT) para esa misma familia fue valorizada en $31.934,44 para dicho mes.  Recordemos que en este Hogar 2 representado por el INDEC, ambos adultos son activos económicamente y poseen vivienda propia; por lo que el gasto de alquiler no está contemplado en esta valorización.

Según la propia definición del INDEC, la CBA se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto, entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Los alimentos y las cantidades seleccionadas de los mismos son en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares.  La composición mensual de la canasta básica alimentaria, para el adulto equivalente, contiene casi 7 kg de pan, 1.2 kg de arroz, poco más de un kg de harina, 1.74 kg de fideos, 6.5 kg de papa, 1.2 kg de azúcar, 5.7 kg de hortalizas como acelga, cebolla, lechuga, tomate, zanahoria, casi 5 kg de frutas y 6.27 kg de carnes varias.  Tras la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), se valorizan estas canastas y se conocen los datos actualizados de las mismas, en base al consumo mensual del adulto equivalente. 

La importancia de estas canastas básicas, reside en la valorización monetaria de los consumos básicos, en relación a los consumos determinados por las Encuestas de Gastos de los Hogares. Estos consumos, dados por usos y costumbres, se transforman en valor monetario al conocerse cada mes el índice de precios al consumidor.  La Canasta Básica Alimentaria es el concepto identificado con la Línea de Indigencia, mientras que la Canasta Básica Total es el que se corresponde con la Línea de Pobreza.  Por lo que aquellos hogares que no logren alcanzar el valor de la CBA, no pueden siquiera cubrir las necesidades nutricionales adecuadas para poder vivir y desarrollarse.  Los que poseen ingresos mayores a la CBA, pero menores que la CBT son hogares pobres. 

La composición de cada hogar es lo que habrá de determinar los ingresos necesarios para cubrir las canastas básicas de consumo de las familias.  El hogar representativo utilizado siempre como ejemplo es el Hogar 2 (INDEC), que responde a la caracterización de familia tipo, económicamente activa, con niños en edad escolar, pero propietarios de su vivienda.  

Los datos para Gran Buenos Aires en julio 2019.

Según lo publicado por el INDEC la variación mensual de la CBA con respecto a junio de 2019 fue de 2.9%, es decir sólo lo relativo a la cobertura de las necesidades nutricionales.  En cuanto a la CBT, la variación con respecto al mes anterior fue de 2.5%.  Estas variaciones marcan un aumento relativo mayor de los precios de los alimentos con respecto al resto de los consumos que deben afrontar las familias, lo cual golpea directamente a las clases más bajas cuyos ingresos son gastados fundamentalmente en alimentación.  

En lo que va de este año (siete meses medidos), tanto la CBA como la CBT han aumentado un 25.3%, siendo esperable que se produzca una aceleración en el ritmo de crecimiento de las mismas para los próximos meses, dada la abultada devaluación del peso acaecida desde el 12 de agosto. 

Las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron del 57.3% y 58.6%, respectivamente.  Como ocurre desde el mes de marzo de este año, se verifica un desaceleramiento en estos valores.  Nuevamente, dado el rápido traspaso a precios de las devaluaciones de la moneda, se espera que los meses de agosto y septiembre marquen un crecimiento acelerado de estos porcentajes. 

En julio, un Hogar constituido por una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61; necesitó $10.169,42 para cubrir la CBA.  Ese mismo hogar, para cubrir el gasto de la CBT necesitó $25.423,53.

El Hogar 2 constituido por un varón de 35, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8 años; precisó $12.773,78 para cubrir su CBA, mientras que para alcanzar la CBT necesitó $31.934,44.

El Hogar 3 representado por cinco integrantes, un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año; precisó $13.435,21 para no caer en la indigencia (CBA), y $ 33.588 para no caer en la pobreza. 

Cuadro 1.  Canasta Básica Alimentaria, Hogar 1, 2 y 3.  Julio 2018-Julio 2019.  Elaboración propia en base a datos INDEC

Cuadro 2.  Canasta Básica Total, Hogar 1, 2 y 3.  Julio 2018-Julio 2019.  Elaboración propia en base a datos INDEC

Salario mínimo en pesos y en dólares.

Es común que tras la publicación de las canastas básicas de consumo, se realicen comparaciones con algunos indicadores de ingreso de nuestro país, por lo que en esta oportunidad acercamos estas comparaciones.  Hemos de referirnos a algunos indicadores de ingreso básicos como: Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM), jubilación y pensión mínima, y Asignación Universal por hijo (AUH).  

Recordemos que el SMVyM es un instituto regulado en la Ley de Contrato de Trabajo en su artículo 116, la cual lo determina como la menor remuneración que debe percibir el trabajador en efectivo y sin cargas de familia, por su jornada legal de trabajo y que debe asegurar una alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión. Esto responde al artículo 14 bis de la Constitución Nacional, el cual contempla expresamente al SMVyM como un derecho fundamental.

El Gobierno Nacional llamó para el próximo 30 de agosto al Consejo del Salario para redefinir el nuevo monto del mínimo, vital y móvil, que actualmente se ubica en $12.500 mensuales y $62,50 la hora.  En marzo pasado fue el último incremento, ascendiendo al 10,6%. Si evaluamos al SMVyM en los últimos años, a través de su medición en dólares, vemos que hay una clara tendencia a la baja del mismo.  Desde 2011 a agosto 2019 hubo una reducción del 58.81%, siempre en términos del dólar.  Dicho de otra forma, este se ha reducido desde 532 U$S (2011) a 219 U$S (2019), tras la abrupta devaluación del peso de los últimos días. 

No obstante, dado que la propia definición del SMVyM lo define como la mínima remuneración que le asegure al trabajador y su familia alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión; muchos vinculan este valor con el parámetro de la canasta básica total.  Como hemos marcado en la sección previa, el último valor de la CBT es de casi $32.000 para un hogar compuesto por un varón y una mujer económicamente activos con dos hijos menores, y propietarios de su vivienda.

Cuadro 3.  Salario Mínimo, Vital y Móvil en pesos y en dólares estadounidenses.  2011- 2019.  Elaboración propia en base a datos de mercado.

En lo que respecta a los haberes previsionales, a principios de agosto ANSES oficializó un aumento del 12.22% para jubilados y pensionados, así como la pensión por adulto mayor, a partir del mes de septiembre.  Teniendo en cuenta la devaluación del peso de más del 23% acontecida luego de estos anuncios, el aumento para el próximo mes queda en desventaja frente a las consecuencias inflacionarias de dicha devaluación.  Con este incremento el haber mínimo para jubilados y pensionados quedará en $12.937 y la Pensión Universal al Adulto Mayor en $10.349.  

Por su parte, la AUH asciende en la actualidad a $2652 por hijo, luego de que en marzo pasado el Gobierno nacional adelantara los cuatro aumentos previstos para todo el año.

El siguiente cuadro muestra la evolución comparada del SMVyM, los haberes previsionales mínimos y la AUH, entre los años 2011 y 2019.  En el 2011 la AUH ascendía a $270, mientras que la jubilación mínima era de $1434 y el SMVyM de $2300.  En el presente 2019, la AUH es de $2652, la jubilación mínima de $11.528, mientras que el SMVyM es de $12.500.  De esta manera, podemos apreciar que en los años analizados, la AUH subió un 882.22%, los haberes previsionales mínimos un 703.91%, mientras que el SMVyM un 443.48%.  Podemos advertir que hay una clara convergencia de los valores nominales (en pesos) del SMVyM y la jubilación mínima.  En el 2011 la relación entre el haber mínimo de un jubilado y/o pensionado  y el salario mínimo era de 62.34%, mientras que para el 2019 es de 92.22%.  Lo que esta cifra nos muestra es un retraso del SMVyM aún más pronunciado que el de los haberes previsionales.

Cuadro 4.  Salario Mínimo, Vital y Móvil, Jubilación Mínima, y Asignación Universal por Hijo.  2011- 2019.  Elaboración propia en base a datos de mercado.

Por último, se muestra la comparativa de salario mínimo y Canasta Básica Total para el período 2016-2019.  En el año 2016 y 2017, el salario mínimo cubría el 55% de la CBT aproximadamente.  En el 2018, este mismo ingreso cubría poco más del 49% de dicha canasta.  En el 2019, con los datos de julio pasado, el salario mínimo solo cubre el 39% de la canasta básica.

Cuadro 5.  Salario Mínimo y Canasta Básica Total.  2016- 2019.  Elaboración propia.