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bronquiolitis

Bronquiolitis: la Defensoría te cuenta cómo prevenirla

En el invierno se presentan con mayor frecuencia ciertas enfermedades que afectan las vías respiratorias. Gripe, bronquiolitis, bronquitis y neumonía suelen ser el principal motivo de consulta médica e internación durante esta estación. Afectan a toda la población, pero algunos grupos de personas deben tener cuidados especiales: niños menores de 5 años, embarazadas y mayores de 65.

La bronquiolitis afecta principalmente a los/as más pequeños/as, en particular a los/as bebés/as menores de 6 meses. Es una afección bastante común y, por lo tanto, una causa frecuente de hospitalización pediátrica de menores de un año durante el invierno y al iniciar la primavera.

Se trata de una inflamación aguda en las vías aéreas inferiores (bronquiolos), que es  causada por algunos virus: el más frecuente es el virus sincicial respiratorio (VSR). También adenovirus, influenza y parainfluenza.

La bronquiolitis suele comenzar como un resfrío: mocos, tos y fiebre. Pero en los días siguientes esos síntomas pueden agravarse y desarrollar problemas respiratorios: continua la fiebre, la tos empeora, puede haber fatiga o agitación acompañada con ruidos de silbido en el pecho al respirar (sibilancias), se evidencia dificultad al respirar que se hace notoria en un aleteo nasal o en un exagerado movimiento de los músculos del tórax (se marcan las costillas), cansancio, dificultad o rechazo para tomar alimentos o líquidos. Si aparece un color azulado en la piel, labios y uñas, el tratamiento deberá ser urgente porque ello indica que hay falta de oxígeno. 

El virus se transmite entre las personas mediante el contacto directo con saliva y/o secreciones nasales (moco) o las gotitas de saliva suspendidas en el aire que se generan cuando las personas enfermas tosen o estornudan.

Algunas medidas colaboran en la prevención:

• lavarse las manos con agua y jabón al regresar de la calle, antes de cocinar, de comer, después de ir al baño; 

• lavarse las manos antes de alzar, tocar o alimentar al bebé/a y después de cambiarle los pañales;

• lavarle las manos a los/as niños/as con agua y jabón con frecuencia;

• mantener la lactancia materna;

• acudir a los controles médicos programados;

• alejar a los/as bebés/as de las personas que estén resfriadas o tengan tos; 

• tener la vacunación al día;

• ventilar y no fumar en los espacios cerrados que se comparte con los/as niños/as, y evitar los lugares muy concurridos.

Deben extremarse los cuidados en bebés/as prematuros/as, con bajo peso, con cardiopatías o enfermedades pulmonares crónicas.

Ante los síntomas, será conveniente realizar una consulta médica y, si es preciso, concurrir a una guardia.

Consultá el servicio de guardia del hospital público más cercano a tu domicilio aquí.