La bronquiolitis afecta principalmente a los/as más pequeños/as, en particular a los/as bebés/as menores de 6 meses. Es una afección bastante común y, por lo tanto, una causa frecuente de hospitalización pediátrica de menores de un año durante el invierno y al iniciar la primavera.
Se trata de una inflamación aguda en las vías aéreas inferiores (bronquiolos), que es causada por algunos virus: el más frecuente es el virus sincicial respiratorio (VSR). También adenovirus, influenza y parainfluenza.
La bronquiolitis suele comenzar como un resfrío: mocos, tos y fiebre. Pero en los días siguientes esos síntomas pueden agravarse y desarrollar problemas respiratorios: continua la fiebre, la tos empeora, puede haber fatiga o agitación acompañada con ruidos de silbido en el pecho al respirar (sibilancias), se evidencia dificultad al respirar que se hace notoria en un aleteo nasal o en un exagerado movimiento de los músculos del tórax (se marcan las costillas), cansancio, dificultad o rechazo para tomar alimentos o líquidos. Si aparece un color azulado en la piel, labios y uñas, el tratamiento deberá ser urgente porque ello indica que hay falta de oxígeno.
El virus se transmite entre las personas mediante el contacto directo con saliva y/o secreciones nasales (moco) o las gotitas de saliva suspendidas en el aire que se generan cuando las personas enfermas tosen o estornudan.
Algunas medidas colaboran en la prevención:
• lavarse las manos con agua y jabón al regresar de la calle, antes de cocinar, de comer, después de ir al baño;
• lavarse las manos antes de alzar, tocar o alimentar al bebé/a y después de cambiarle los pañales;
• lavarle las manos a los/as niños/as con agua y jabón con frecuencia;
• mantener la lactancia materna;
• acudir a los controles médicos programados;
• alejar a los/as bebés/as de las personas que estén resfriadas o tengan tos;
• tener la vacunación al día;
• ventilar y no fumar en los espacios cerrados que se comparte con los/as niños/as, y evitar los lugares muy concurridos.
Deben extremarse los cuidados en bebés/as prematuros/as, con bajo peso, con cardiopatías o enfermedades pulmonares crónicas.
Ante los síntomas, será conveniente realizar una consulta médica y, si es preciso, concurrir a una guardia.
Consultá el servicio de guardia del hospital público más cercano a tu domicilio aquí.