El 5 de julio los porteños elegirán Jefe de Gobierno, legisladores y comuneros con la Boleta Única Electrónica (BUE), que fue aprobada por la Legislatura de la Ciudad con el voto de 55 diputados sobre 58 presentes.
El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, en audiencia con los representantes de los partidos políticos, exhibió el sistema. Los apoderados no manifestaron observaciones. El TSJ por acordada 17/2015 y resolución 126/2015 aprobó la BUE.
Así se vota:
1. Presentate en la mesa con tu documento de identidad. El presidente te entregará una boleta y cortará el primer troquel de control.
2. Introducí la boleta en la máquina. La pantalla te ofrecerá las opciones para tu voto.
3. Una vez que elegiste, imprimí tu voto en la boleta y mirala para confirmar que corresponde con tu elección.
4. Verificá tu voto colocando la boleta sobre el lector de la máquina. Lo que veas en pantalla debe coincidir con lo que se imprimió en la boleta.
5. Doblá la boleta, y al regresar a la mesa, recortá el segundo troquel de control y entregaselo al presidente para que confirme que coincida con el primero. Depositá tu voto en la urna.
El Gobierno de la Ciudad tiene la obligación legal de capacitar a la ciudadanía sobre el funcionamiento de la BUE y todos los organismos del Estado, de apoyar esa capacitación. Capacitación de los vecinos. Capacitación de las autoridades de mesa. Capacitación de los fiscales.
La seguridad del voto es más importante que la celeridad del escrutinio.
El elector controla el voto. La Justicia y los fiscales de los partidos políticos, el proceso electoral y la transmisión de datos.
Exigí que te expliquen cómo funciona el nuevo sistema y consultá dónde capacitarte en www.tsjbaires.gov.ar y www.buenosaires.gob.ar.
Probá el simulador del sistema de boleta única electrónica en www.ciudadvota2015.org.ar.
La BUE ahora es una herramienta de todos los ciudadanos. Hay que conocerla. Para el 5 de julio falta muy poco. Hay que capacitar y capacitarse.
El voto es un derecho. Sin capacitación no hay conocimiento, y sin conocimiento no hay legitimidad