Creemos que la orientación con que se está formando a las nuevas generaciones de personal de seguridad carece de nociones claras de derechos humanos y constitucionales. El principio rector de que «todo aquello que no está prohibido expresamente está permitido» y que los derechos del niño/a a una vida sana tienen prioridad sobre todas las demás cuestiones de las normativas urbanas, deben ser principios rectores de la formación policial y de las fuerzas de seguridad.
Por ello, nos parece correcto el pedido de disculpas que han efectuado las autoridades del Municipio de San Isidro, y solicitamos desde esta Defensoría del Pueblo a todos/as quienes tienen competencia en los temas de seguridad abstenerse de la intromisión en la vida familiar y social de las personas que utilizan los espacios públicos, mientras no generen perjuicios o daños a terceros.
Quien se sienta ofendido o molesto por ver a una madre alimentado a su bebé, evidentemente no comprende la importancia de la relación madre-hijo, el beneficio de la lactancia materna, y presenta connotaciones morbosas que debería revisar en su subjetividad.
Por lo mismo nos ponemos a disposición para colaborar en la capacitación de los efectores de seguridad a fin de cumplir y garantizar la vigencia plena de los derechos humanos de los niños y de sus grupos familiares.