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cianobacterias

Algunas aclaraciones sobre las cianobacterias

Desde hace varios días los medios de comunicación alertan acerca de la presencia de cianobacterias en el agua de ríos, arroyos y lagos de provincias cercanas a nuestra ciudad. Inclusive algunos municipios próximos, como Berisso, emitieron el alerta roja debido a la presencia de este organismo en sus playas. La Defensoría del Pueblo fue invitada por el Ministerio de Ambiente de la Nación a formar parte de la Mesa de Trabajo sobre cianobacterias y sigue atentamente el desarrollo del problema.

Se trata de organismos microscópicos capaces de realizar fotosíntesis porque tienen clorofila. Por eso también se las conoce como “algas verde-azules”, que pueden aparecer en aguas dulces y/o saladas. Algunas de estas cianobacterias producen toxinas y en consecuencia pueden convertirse en un problema para la salud humana y ambiental.

Estos organismos viven en el agua ambiente en diferentes concentraciones. Cuando se produce un crecimiento muy rápido o explosivo de ellas se habla de un “bloom” o “floración” cianobacterial. Cuando ocurre algo así, se trata de un peligro potencial para la salud. No todas las cianobacterias son tóxicas, pero cuando hay floración es posible que estén presentes las que son potencialmente tóxicas.

Este crecimiento ocurre cuando hay abundante luz solar, períodos de altas temperaturas con días de poco viento y oleaje, y al mismo tiempo aumentan sus nutrientes (como el fósforo o el nitrógeno). Se trata de un proceso natural que se acelera debido a la intervención del ser humano, que por ejemplo vuelca a las aguas residuos ricos en nitrógeno y fósforo – ya sea por el uso intensivo de fertilizantes o por el aumento de los efluentes industriales.

Las principales vías de exposición son la ingesta directa (lo cual puede ocurrir involuntariamente al practicar un deporte acuático), el contacto directo con la piel e inclusive a través del líquido de diálisis. A mayor cantidad de agua bebida (en una sola ingesta o en varias pequeñas) mayor el riesgo.

Los más vulnerables a estas toxinas son los ancianos, las embarazadas, los niños, las personas inmunodeprimidas y naturalmente pescadores o guardavidas. Los perros son muy sensibles a estos micro-organismos y en poco tiempo tienen síntomas visibles.

Los principales síntomas son: nauseas, vómitos o diarrea; mal gusto en la boca; letargo, dolor de cabeza o fiebre; sangre en orina u orina oscura; disminución del apetito; contracción muscular (en altas dosis pueden inducir parálisis muscular progresiva); dificultad respiratoria; inflamaciones en la piel (tipo rash, picor o ampollas) y conjuntivitis

La principal medida de prevención es la observación atenta del agua y la arena. Cuando vemos que sobre el agua flotan unas partículas verde-azules, marrón-verdosas, rojizas o verde brillante – ya sea como si fuera una nata o como si fuera yerba dispersa – debemos evitar el contacto con el agua y la arena.

Hasta ahora la Agencia de Protección Ambiental del GCBA no ha informado que exista una presencia preocupante de cianobaterias en la ribera de nuestra ciudad. La Defensoría del Pueblo, por su parte, fue invitada por el Ministerio de Ambiente de la Nación a formar parte de la Mesa de Trabajo sobre cianobacterias y sigue atentamente el desarrollo del problema.