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25 años de la autonomía porteña

Con motivo del vigésimo quinto aniversario de la sanción de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Defensoría publicó un documento en el que, con lenguaje simple y claro, te cuenta los datos históricos más relevantes del histórico suceso y los aspectos más importantes de nuestro estatuto organizativo.

El 1° de octubre de 1996 la ciudadanía porteña asistía a un hecho histórico: la sanción de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se concretaba así un nuevo paso en el camino de transformación y refundación institucional de la Ciudad, la que dejaba de ser una municipalidad para convertirse en una ciudad autónoma.

La idea de otorgarle un régimen autónomo a la Ciudad de Buenos Aires fue plasmada en la reforma a la Constitución Nacional de 1994. Ello trajo como consecuencia inmediata que las y los porteños accedieran a la potestad –largamente anhelada– de elegir a sus propias autoridades; y al mismo tiempo, disparó un proceso constituyente que permitió repensar y diseñar un nuevo modelo de ciudad.

La Convención Constituyente elegida por el voto popular desarrolló una labor encomiable. Logró generar un ámbito deliberativo, de participación democrática y plural, en el que se dieron debates profundos y acalorados, pero también consensos indispensables. El resultado fue entonces una constitución moderna y de avanzada, que supo cosechar más elogios que críticas.

Con su impronta innovadora y garantista, la Constitución porteña se destaca por un lenguaje no sexista y por el uso del tiempo verbal presente, como un modo de afirmar que sus normas rigen de inmediato, aquí y ahora, sin remisiones al futuro.

Se enrola en el modelo de Estado Social y Democrático de Derecho; proclama que sus instituciones se organizan bajo el principio de democracia participativa; y reafirma su compromiso irrestricto con el marco internacional de los derechos humanos.

En su texto, la CCABA reconoce un amplio catálogo de derechos fundamentales individuales, colectivos y difusos, y de libertades individuales y públicas, así como diversos mecanismos de garantía y protección. Establece un fecundo capítulo de políticas especiales, con mandatos dirigidos a los poderes públicos de la Ciudad para satisfacer y garantizar los derechos que reconoce.

Organiza los poderes de la Ciudad bajo la división tripartita, conforme a los principios de trasparencia, publicidad de los actos de gobierno y acceso a la información pública. Y, además, crea órganos de control, entre los cuales está la Defensoría del Pueblo, a la que le atribuye –nada más ni nada menos– la misión de defender, proteger y promover los derechos humanos y demás derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional, en la propia Constitución porteña y en las leyes.

Se cumplen los primeros 25 años de la Constitución porteña. A lo largo de estos años muchos han sido los avances, pero también aún quedan tareas inconclusas y deudas pendientes: concretar la plena autonomía, completar la transferencia de la justicia, propiciar una mayor y mejor utilización de los mecanismos de participación ciudadana, velar por el efectivo cumplimiento de las políticas especiales que la CCABA prevé, lograr un crecimiento económico más equitativo y sustentable, y el desarrollo social más justo y equilibrado. Pues, en definitiva, una constitución es buena no solo por el contenido de sus normas, sino además cuando sus disposiciones se cumplen y se aplican efectivamente.

Este trabajo es un aporte, sencillo y didáctico, pensado como una contribución a la educación popular y a la promoción de los derechos. Con lenguaje simple y claro, te contamos algunos datos históricos relevantes y los aspectos más importantes de nuestra Constitución porteña. Difundir y conocer la Constitución, es una forma de construir ciudadanía y fomentar valores democráticos.

Desde la Defensoría del Pueblo nos sumamos a la conmemoración de estos 25 años de la Constitución porteña, reafirmando nuestro compromiso cotidiano en la defensa y protección de los derechos de nuestras vecinas y vecinos. Esa es la misión que la Constitución nos encomendó.

Norberto Darcy
Secretario General de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma