El organismo también insta a que la investigación judicial se desarrolle con perspectiva de género y hace un llamado a los medios de comunicación para que eviten la difusión de mensajes que reproduzcan estereotipos o revictimicen a las tres jóvenes.
Estos crímenes constituyen la expresión más atroz de la violencia de género y el desmantelamiento de los programas de prevención, atención e inclusión que ha tenido lugar durante los últimos tiempos, es funcional a la cultura de la deshumanización y la crueldad que los mismos exponen.
En un contexto de desigualdad estructural, que afecta en especial a las niñas, adolescentes y jóvenes de sectores históricamente postergados, resulta imperativo comprometerse con la implementación de políticas que garanticen efectivamente los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad.