Los motociclistas son el principal grupo de riesgo: de las 45 personas fallecidas en choques durante el primer semestre, 20 (el 44,4%) circulaban en moto. Asimismo, los jóvenes continúan siendo el grupo de edad más afectado por la siniestralidad vial: el 41% de las víctimas (fallecidas y lesionadas) son menores de 30 años, seguidos por los adultos de entre 30 y 39 años, que representan el 25,9%. Como en años anteriores, los mayores de 65 años también conforman un grupo de alto riesgo ya que en el índice de fallecidos cada 1000 lesionados alcanza la marca de 17,3, la más elevada de la serie.
Desde hace diez años, la Defensoría del Pueblo recaba información referente a siniestros viales y víctimas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la finalidad de producir informes que sirvan para profundizar el estudio y el análisis de esa problemática. De esta manera, intenta contribuir al diseño de políticas públicas orientadas a disminuir el número de accidentes y los riesgos asociados a los mismos.
La Dirección de Transporte y la Unidad de Estadística del organismo trabajaron para exponer datos referentes a los siniestros viales producidos entre enero y junio de 2015 tomando como fuente primaria la información relevada en todas las comisarías de la Policía Federal Argentina.
Entre algunos datos a destacar, cabe señalar que en el primer semestre de 2015 se registraron en la Ciudad un total de 4.556 siniestros viales, 10 menos que en idéntico período de 2014. Entre enero y junio de este año perdieron la vida 45 personas y 4.842 resultaron lesionadas. Se mantuvo la tendencia observada por la Defensoría de una alta morbilidad (99,1% son lesionados) y baja mortalidad (0,9% son víctimas fatales).
Al observar la distribución de los siniestros viales a lo largo del semestre, se puede observar que en los meses de enero y febrero las cifras de víctimas son más bajas que en el resto de los meses relevados. El receso vacacional del verano propicia una consecuente disminución de personas en la vía pública que impacta sobre el descenso de las cifras de siniestralidad ocasionadas por el tránsito. Un fenómeno que se repite a lo largo de los años y que solo se vio interrumpido en los meses de enero y febrero de 2014, que presentaron elevados casos de víctimas fatales. Marzo fue el mes con los peores indicadores en lo que a víctimas se refiere, ya que la cantidad de personas fallecidas en ese período casi duplicó la media del semestre. En contraposición, durante el resto de los meses se evidenció una distribución uniforme de los siniestros y sus víctimas.
En cuanto a los grupos de riesgo según movilidad, los motociclistas son quienes tienen la mayor cantidad de víctimas fatales: 20 casos que representan al 44,4% del total, seguidos por peatones con 17 casos (el 37,8%); los automovilistas presentaron 4 casos y explican el 8,9% y por último los ciclistas con 2 casos y el 4,4%. Por segunda vez desde que la Defensoría realiza este tipo de informes, los motociclistas concentran el mayor número de víctimas fatales.
En relación al sexo, los varones tienen el grupo más numeroso de víctimas, manteniéndose la tendencia histórica señalada por la Defensoría de sobrerrepresentación en relación a las mujeres si se tiene en cuenta la distribución poblacional de los sexos en la Ciudad de Buenos Aires: durante el primer semestre fallecieron en un siniestro vial 31 hombres y 3.411 resultaron lesionados mientras que por la misma causa murieron 14 mujeres y 1.430 resultaron lesionadas.
Los jóvenes continúan siendo el grupo de edad más afectado por la siniestralidad vial. Los menores de 30 años concentran el 41% de las víctimas de siniestros viales. Otro segmento etario vulnerable es el conformado por los adultos de entre 30 y 39 años, que representan el 25,9% de las víctimas totales. A su vez, como en años anteriores, se vislumbra que los mayores de 65 años también conforman un grupo de alto riesgo ya que en el índice de fallecidos cada 1000 lesionados alcanza la marca de 17,3, las más elevada de la serie.
La Defensoría del Pueblo recuerda a todos los ciudadanos que el incumplimiento de las normas de tránsito es la principal causa de siniestros. Por eso resulta fundamental siempre respetar los semáforos y las velocidades máximas, utilizar el cinturón de seguridad y el casco para los motociclistas. El consumo de alcohol y drogas no es compatible con la conducción segura, y no solo se pone en riesgo la propia vida sino la de los demás.
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