Esas irregularidades ya habían sido verificadas en febrero por la Conducción Ejecutiva Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente de la institución, que en una inspección del lugar verificaron que las obras no presentaban cartel de obra visible; a simple vista no se percibía la realización de trabajos de conservación y restauración del mobiliario y de los espacios existentes acorde con la normativa de protección vigente; se observaron cambios de solados en veredas y/o senderos internos, algunos ya reconstruidos con solado de baldosones; cuadrículas que no se corresponderían con el diseño original de la plaza; y la colocación de un enrejado en apariencia fijo que estaría inhabilitando en forma permanente el uso de un sector de la plaza, lo que incumple con la normativa vigente. [block id=»rejas»]
Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo porteña le recomendó al director general de Espacios Verdes dependiente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, arquitecto Ariel Gustavo Iasge, que previo a la finalización de las obras que se llevan a cabo en la Plaza de Mayo convoque en forma perentoria a organismos e instituciones profesionales y vinculadas a la preservación patrimonial de la Defensoría y a la Comisión de Museos y Obras de Arte a los efectos de evaluar y consensuar el proyecto en ejecución y la viabilidad de la colocación de rejas u otros elementos que no forman parte del diseño original de la Plaza de Mayo. Además, se le solicita que registre, notifique y reserve la coordinación para su seguimiento y, oportunamente archivo.