El amparo se fundamenta en la precaria situación habitacional de la familia, que habita un espacio con serios problemas de humedad y falta de ventilación en un barrio carenciado, que no presenta las condiciones de habitabilidad que requiere el más grande de los niños, por haber sido trasplantado y poseer una condición de inmunodeficiencia por el resto de su vida.
Entre los fundamentos, se reafirmó la existencia de un derecho de acceso a una vivienda digna y el deber de protección que tiene el Estado hacia los sectores especialmente vulnerables como los niños en situación de desamparo.
Además, debido a que la familia se halla inmersa en una situación de vulnerabilidad especial, consideró que se requiere “una actividad diferenciada por parte del Tribunal a fin de contribuir a lograr un superior acceso al sistema de justicia”, en aplicación a las Reglas de Brasilia sobre el Acceso a la Justicia.
La decisión sobre la medida cautelar, pronunciada por el Juez Marcelo Segón, en el fuero Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es un avance en la protección de los derechos a la vivienda y salud de los hoy más vulnerados y un logro del Patrocinio Jurídico Gratuito que garantizó su acceso a la justicia.