Según se pudo comprobar, el Centro de Aislamiento está distribuido en seis sectores para mujeres y hombres, dispone de 800 camas para pacientes con COVID-19, 26 botones antipático y un área de recreación. La dotación de trabajadores comprende unas 300 personas, de los cuales 100 son médicos y personal sanitario. Además, cuenta con la participación de un gran número de voluntarios.
En la actualidad el 70% de las personas allí alojadas provienen de distintos paradores, mientras que el 30% restante llega desde barrios vulnerables de la Ciudad.
Palmiotti conversó con los coordinadores y el equipo de trabajo que está a cargo del mantenimiento y la atención de los pacientes para interiorizarse sobre el funcionamiento del lugar y tomar nota de los requerimientos que eventualmente pudieran surgir.
“Pudimos observar las condiciones de atención a los pacientes y el incesante trabajo del personal a su cargo, así como las instalaciones y los equipamientos. Estamos a disposición para colaborar con todos los esfuerzos y recursos humanos de la casa, tal como lo manifiesta su titular, Alejandro Amor, desde el comienzo de la pandemia», indicó el Defensor del Pueblo Adjunto luego de la recorrida.
Finalmente, Palmiotti destacó la buena empatía y confraternidad que existe entre los trabajadores y los pacientes, más allá de la difícil situación transitan.