El Centro de Protección de Datos Personales ha recibido en los últimos tiempos la inquietud manifestada por personas que reciben en sus casillas de correo hostigamientos y amenazas de difundir imágenes íntimas de ellas y sus allegados o allegadas si no se avienen a hacer un depósito a favor del acosador o acosadora. Estas situaciones de estar ligadas al fenómeno de extorsión se hallan contempladas en el art. 168 del Código Penal de la Nación y las denuncias pueden ser efectuadas ante la correspondiente Fiscalía. La forma de hacerlas efectivas es dirigirse a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia https/www.mpf.gob.ar/ufeci/
Si no encuadrara en la situación de extorsión estaríamos ante otras figuras que se hallan previstas en una serie de modificaciones y agregados a la Ley 1472 (Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires) que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó en diciembre del año pasado. Entre las mismas se encuentran los artículos 71 bis y 71 ter que sancionan, el primero, la difusión no autorizada de imágenes o grabaciones íntimas y, el segundo, el hostigamiento digital. Ante situaciones de este tipo se puede recurrir al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires https/www.fiscalias.gob.ar/
Las dos cuestiones que afectan la privacidad e intimidad de las personas se inscriben en las nuevas modalidades de información y comunicación. Nadie puede ignorar la magnitud ni la significación que han adquirido, especialmente en la última década, las llamadas nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC’s) y que han pasado a ocupar un lugar de centralidad en nuestra vida cotidiana. Pero como toda transformación o innovación tiene sus indudables ventajas pero también obliga a tener las herramientas adecuadas para saber enfrentar los nuevos riesgos o amenazas que puede implicar su uso inadecuado. Frente a ello resulta imprescindible el uso racional y ponderado de las TIC’s y evitar caer en la fascinación que, prolongada en el tiempo, genera encandilamiento. Encandilamiento que puede devenir en ceguera.
A continuación, sin pretender ser exhaustivos, detallamos algunas medidas a tener en cuenta para el uso cotidiano:
– evitar abrir correos de remitentes desconocidos o sus adjuntos. – evitar el envío de imágenes intimas dado que una vez que ello sucede se pierde el control sobre la misma.
– usar contraseñas robustas, no difundirlas y cambiarlas periódicamente. – analizar a fondo estos correos sospechosos o bien asesorarse. – no realizar transferencias bancarias, poner tarjetas de créditos, etc., en sitios web inseguros.
Con el objeto de reflexionar sobre estos fenómenos y ayudar al uso racional y ponderado de las TIC’s es que nuestro Centro lleva adelante un Programa denominado “Conectate Seguro” que, aunque no de manera excluyente, está orientado a niños, niñas y adolescentes y que venimos desarrollando en el sistema educativo porteño. Para quienes estén interesados en este Programa, pueden dirigirse a nuestra casilla de correo conectateseguro@defensoria.org.ar
