Para algunos incluso significa un ingreso al mundo tecnológico o un incremento del tiempo que le dedican. Aunque sea por una causa extraordinaria y temporal, no hay dudas que el uso de las herramientas tecnológicas ha crecido y es posible que se prolongue más allá de esta emergencia. Con ello las amenazas los peligros en linea aumentan, por eso es importante reconocer situaciones, ver qué medidas de seguridad tomar y dónde se pueden denunciar.
Algunas de las amenazas más frecuentes están relacionadas con la información que exponemos en las redes sociales, lo que se conoce como ingeniería social. Sería una especie del famoso “cuento del tío” donde el delincuente, aprovechando alguna situación ya sea de urgencia, necesidad o inocencia intenta manipular a su víctima a partir de algún dato que conoce.
Así encontramos una modalidad conocida como “phishing”. Esta es una clase de estafa que busca obtener información sobre las personas. El delincuente, aprovechando el estado de vulnerabilidad de su víctima, se hace pasar por una persona, empresa o repartición oficial de confianza y se contacta vía comunicación electrónica por ejemplo mail o mensajería instantánea. De esta forma puede recibirse un correo del banco del cual somos cliente, o alguna comunicación pública supuestamente “oficial” donde nos piden que ingresemos a un link para revalidar ciertos datos personales. Así, sin darnos cuenta y engañados, ingresamos a una web estéticamente idéntica a la original y proporcionamos información que puede llegar a causarnos algún perjuicio futuro. En los últimos días y relacionados con la situación actual aparecieron nuevos ejemplos de phising como: falsos mensajes privados vía Twitter en relación a entidades bancarias privadas; descuentos en plataformas como Netflix, mensajes falsos por WhatsApp donde te avisan que violaste leyes de copyright en Instagram y debés responderles en el caso que consideres que están equivocados y cadenas falsas de WhatsApp destinadas a captar datos con la excusa del subsidio por el COVID-19. En esta última recibís un enlace para acceder a un supuesto formulario de la ANSES y llenar los datos personales para poder percibir el subsidio.
Ante estos casos es bueno saber que los bancos nunca piden usuario o contraseñas bancarias a través de mails o mensajes. Asimismo, las comunicaciones oficiales no se hacen vía cadenas de mensajería instantánea. Por estos motivos, recomendamos siempre llamar o ingresar a las webs oficial del organismo que corresponda para despejar cualquier duda. También, evitar compartir información de dudosa procedencia ya que no sólo fomentamos la desinformación, sino que además facilitamos la propagación de una estafa.
Por otro lado, encontramos nuevas aplicaciones que permiten interactuar con otras personas, permitiendo hacer desde videollamadas grupales hasta jugar en línea. Cada vez que descargamos una aplicación es recomendable evaluar los permisos que se solicitan. Muchas de estas aplicaciones enmascaran robo de datos, comparten información privada con otras aplicaciones o son vulnerables y por ende los datos personales pueden ser usados para diversos fines.
Por ello desde el Centro de Protección de Datos Personales de la Defensoría te damos algunos consejos para tener en cuenta:
-
Contraseñas deben tener más de 8 caracteres, símbolos, números, mayúsculas, etc. Hay que evitar tenerlas anotadas o guardadas todas juntas en algún archivo. Es recomendable modificarla con frecuencia. En oportunidades personas hacen uso de los “gestores de contraseñas” que previenen que las olvidemos y hasta pueden advertirnos si nuestra clave pudo ser vulnerada.
-
Sistema operativo actualizado y antivirus activado y con las últimas actualizaciones instaladas.
-
En oportunidades es posible añadir el “doble factor de autenticación”. Se trata de agregar un paso más de seguridad por ejemplo al pedirnos un código que es enviado a un teléfono celular. Requiere tan sólo unos segundos y hace casi imposible el robo de tu contraseña.
-
No hacer click en enlaces o archivos adjuntos de origen desconocido.
-
Usar sólo redes privadas y no conectarnos a redes públicas o desconocidas.
-
Si efectuás alguna compra es necesario que sea en algún sitio conocido también es útil ver las experiencias de clientes anteriores que son posteadas en dicho sitio web.
-
Finalmente, los adultos deben estar atentos y acompañar el manejo que hacen de las redes los niñas y niñas para prevenirlos de ciertas amenazas que podrían presentarse como por ejemplo del contacto con desconocidos.
La situación actual nos enseña que estamos menos informados y preparados acerca de la tecnología de lo que pensábamos. Acordate siempre que los ciberdelincuentes están esperando tu descuido para sacar provecho de esa situación. No te confíes. Cuidate.
Podes hacer tu denuncia o consulta en los canales habituales de la Defensoría y también en ante el Centro de Protección de Datos Personales: cpdp@defensoria.org.ar