La violencia política en razón de género dirigida hacia mujeres y diversidades tiene como objetivo obstaculizar y excluir a las mujeres de la participación en la vida política. Entendiendo que, por un lado, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) son un espacio para la expresión de opiniones y el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres y diversidades, pero por el otro, también son un ambiente propicio para la difusión de discursos violentos, de odio y de desvalorización y deslegitimación de las opiniones políticas de las mujeres y diversidades, se llevó a cabo un monitoreo de la violencia política en línea hacia las precandidatas y candidatas a la Legislatura Porteña y a la Cámara de Diputados de la Nación por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante la campaña para las elecciones legislativas 2021.
En este trabajo se buscó: 1) dimensionar la violencia política en línea durante el proceso electoral 2021; 2) dar cuenta de las brechas de violencia de género, en un trabajo comparativo entre (pre)candidatos varones y (pre)candidatas mujeres; 3) realizar una tipificación exhaustiva de los tipos de discursos violentos que reciben las mujeres y diversidades políticas; y 4) describir las formas de resistencias a la violencia en línea. Para ello, se recolectaron datos cuantitativos y cualitativos a partir de redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram), entrevistas en profundidad y encuestas estandarizadas a las (pre)candidatas.
Los principales hallazgos del monitoreo muestran en primer lugar, avances y retrocesos en lo que respecta a las trayectorias políticas de las mujeres y diversidades: identifican a lo largo de su trayectoria política dificultades por ser mujer, aunque reconocen cambios normativos y socioculturales que mejoran la experiencia actual de participar en política. La violencia política persiste y proviene desde dentro y fuera del espacio partidario, por parte de pares, de superiores, dirigentes políticos, funcionarios/as, medios de comunicación, etc., y son reproducidas principalmente por varones, pero también por otras mujeres.
Los resultados muestran una participación desigual entre mujeres y varones en las plataformas: por un lado, las mujeres representan un menor porcentaje de las menciones totales pero por el otro, se llevan una mayor porción de los mensajes con violencia, no equivalente con su participación total. Es decir que las mujeres y varones reciben violencia política en línea, pero el impacto real es muy diferente. Asimismo, se destaca que los mensajes con violencia son transversales a todos los espacios partidarios.
En cuanto a la dinámica que se da en las redes sociales, las candidatas identifican que el carácter violento y agresivo de las redes sociales suele estar relacionado con la posibilidad del anonimato, y que, entre los temas que generan más rechazo y mayores agresiones, se identifican temas relativos a la agenda de género, de medio ambiente, y las juventudes.
Por último, las principales formas de resistencia a la violencia en línea tienen que ver con estrategias tales como reducir la presencia en redes, “esconder” publicaciones de la vida privada, desaliento a la participación política, omitir los mensajes, bloquear seguidores, limitar la interacción a la comunidad propia, contestar y exponer las agresiones.
La violencia política en general y aquella ejercida en el ciberespacio repercute de manera directa en la trayectoria política de las mujeres y diversidades, lo que afecta sus posibilidades reales de participar, de ser electas y/o de ejercer poder cuando llegan a funciones públicas. La violencia de género es un fenómeno multidimensional y en el caso de las agresiones que identificamos como violencia política hacia mujeres, esto se evidencia en el cruce constante que se da entre el género, la edad, la clase social y la ideología. Estas cuestiones aparecen como objeto de agresiones que tienden a obstaculizar la participación igualitaria entre varones, mujeres y diversidades. Este trabajo busca visibilizar el fenómeno de la violencia política en línea, teniendo en cuenta que ésta violencia es una extensión de formas de violencia propias espacios tradicionales, pero que adopta en las redes sociales nuevos matices dadas las características propias de éstas, como la inmediatez, la posibilidad de viralización masiva y el anonimato.