Escandaliza a nuestra conciencia profesional y ética la mera posibilidad de que quienes deben estar al cuidado y al servicio de la protección de niños y niñas sean sus abusadores. Resulta difícil admitirlo, porque la existencia de estas formas aberrantes de violencia hacia los más chicos nos resulta intolerable.
Sin embargo, debemos señalar que, en nuestra actividad cotidiana, recibimos y detectamos numerosas denuncias por situaciones de malos tratos y abusos, lo cual nos obliga a ser cada vez más rigurosos y a profundizar las acciones para la detección, prevención y persecución de tales delitos
La investigación judicial en curso dará cuenta de la responsabilidad del pediatra en la comisión de los delitos señalados, proceso que seguiremos atentamente.
En lo inmediato, desde el Programa de Atención de Niñez, Adolescencia y Género de la Defensoría del Pueblo reiteramos que los abusos sexuales en la infancia son frecuentes, que numerosos adultos en distintos establecimientos públicos o privados han resultado denunciados como perpetradores de diversas violencias hacia los niños y uno de ellos recientemente condenado en primera instancia a 17 años de cárcel por abusos hacia varias alumnas de una escuela de nuestra ciudad. Por todo lo cual es preciso mantener la mirada atenta para la observación y detección.
Al mismo tiempo, queremos expresar hacia el conjunto del personal hospitalario especializado en pediatría, cuya tarea ha sido y es altamente valorada por su compromiso y defensa de los derechos de la infancia un mensaje de cooperación y solidaridad institucional.
A ellos les decimos que es preciso mantener la vigilancia en materia de violencia hacia niños niñas y adolescentes, pues el sistema de salud constituye un pilar esencial para la detección y atención de estas gravísimas situaciones y que en la necesaria revisión de las prácticas a encarar a partir de este escándalo, será preciso establecer nuevos circuitos o criterios de supervisión profesional como nuevos desafíos que harán más segura y colectiva la tarea de trabajar con y para los niños.
Pedido de informes al Hospital Garrahan
El Programa de Atención de la Niñez, Adolescencia y Género de la Defensoría solicitó al Hospital “Dr. Juan P. Garrahan” que informe acerca de los sucesos que culminaron en la detención del pediatra Ricardo Russo el pasado 31 de mayo.
La gravedad de las acusaciones formuladas por el Poder Judicial interviniente constituyen una seria afectación de los derechos de niños, niñas y adolescentes y demandan que los organismos del Estado con competencia en la defensa de la población participen activamente en la búsqueda de la verdad y en la prevención de cualquier tipo de acción similar.
El oficio hace referencia a la necesidad de investigar y proponer nuevos circuitos que permitan detectar este tipo de situaciones, generando alertas tempranas y procedimientos eficaces.
Reiteramos que la Defensoría del Pueblo valora altamente la tarea y el compromiso que llevan adelante por la salud integral de la infancia, y que el accionar delictivo de uno de sus profesionales no deberá ensombrecer el prestigio de la institución y del colectivo de salud.