Como en otras recorridas quedó en evidencia la clara desidia del GCBA, ya que se encontró una gran cantidad de problemas edilicios como filtraciones, obras inacabadas y mal mantenimiento.
Los directivos contaron que es usual que se realicen trabajos para arreglar la fachada del edificio pero que no terminan de corregir los problemas de fondo. La escuela cuenta con un grave problema a la hora de las inundaciones, las cuales producen el deterioro del edificio y sus recursos.
También ellos denuncian que cuando se les hace requerimientos al Estado por vía administrativa su respuesta suele ser nula. Muchas veces se necesita que la comunidad de padres se movilice para lograr que las necesidades del establecimiento sean escuchadas.
Pozzali procuró buscar vías a través de la Defensoría del Pueblo para encontrar solución a estos problemas y garantizó «estar a disposición para futuros inconvenientes o problemas que puedan surgir».