Las principales problemáticas que surgieron en la charla que Amor mantuvo con los vecinos fueron la falta de viviendas, los desalojos, el abandono a los sin techo, las pensiones en trámite, el trabajo tercerizado por el Estado en talleres clandestinos, la impunidad en homicidios de tránsito o por un derrumbe en una obra en construcción, los nuevos bomberos voluntarios sin cuartel, el maltrato policial, la deficiente atención del PAMI y de los hospitales públicos, los reclamos sobre empresas privadas de telefonía o de televisión por cable, el impacto del narcotráfico y el acceso al subte de ancianos, discapacitados y mujeres con bebés, entre otras.
El ombudsman porteño pidió a La Alameda que para el próximo censo de las personas sin techo sus integrantes sean parte de la confección del relevamiento, ya que el gobierno omite que muchos se refugian en “las guardias de los hospitales, como en el Pirovano, donde murió una persona; en los bajo autopista y hasta en los autos abandonados, como fue el caso de Tarzán, del barrio Rodrigo Bueno, que hace años que vive en un auto”, subrayó.
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