Este diagnóstico es el resultado de casi un año de trabajo del cual participaron también integrantes de organizaciones de personas con discapacidad, representantes de universidades y personas con discapacidad y movilidad reducida independientes.
En el documento se aborda la inclusión de personas con discapacidad y/o movilidad reducida en el espacio público desde cuatro dimensiones: las características de las veredas, las calles, los espacios verdes y los equipamientos; la interacción entre las personas; el disfrute de los espacios al aire libre y la participación de las personas con discapacidad y/o movilidad reducida en el desarrollo urbano porteño. Por último, se recopilan algunos ejemplos de experiencias positivas que tuvieron en cuenta una perspectiva inclusiva.