La emergencia habilita al Poder Ejecutivo porteño a disponer de una serie de herramientas en cuanto a administración financiera, ingresos tributarios, compras y contrataciones, y recursos humanos, en función de reforzar prioritariamente las acciones inherentes a la emergencia sanitaria, como así también la difusión y concientización de la población en tal sentido y a dar respuesta a los efectos que la situación de emergencia económica produzca.
Mayor flexibilidad en la reasignación presupuestaria, centralización de los fondos en cuentas únicas del ejecutivo, eliminación transitoria de afectaciones específicas y revisión de programas; bonificaciones y descuentos en el pago adelantado de ABL, patentes e ingresos brutos, son algunas de las temáticas que aborda la Emergencia.
De la sesión participó el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, que en conjunto con legisladores porteños y las organizaciones sindicales trabajaron para preservar los derechos de las y los trabajadores dentro de la Emergencia.
La Emergencia Económica y Financiera en la Ciudad tendrá duración hasta el 31 de diciembre de 2020.
