De esos relevamientos -en los que se verificó el funcionamiento integral del programa, que abarca tanto el área pedagógica como la infraestructura puesta a disposición para la realización de las actividades- surgen observaciones y omisiones de carácter general y particular a cada sede deportiva.
En cuanto a las generalidades cabe destacar:
-La falta de personal docente: la legislación vigente establece un máximo de 25 niños por pareja pedagógica (conformada por un profesor y un auxiliar). Se ha observado que esta cifra ha sido excedida en todas las sedes; en algunas llega a duplicar lo establecido por la norma. Esta situación perjudica tanto al personal y su condición laboral como al cuidado y atención de los destinatarios. Por último, considerando que la totalidad de los grupos de colonos son mixtos, la totalidad de las parejas pedagógicas también deberían serlo.
-Continuando con los destinatarios, se pudo verificar que, según lo oportunamente recomendado por este organismo, se proveyó a los Directores de Colonia de pulseras identificatorias para los colonos. Sin embargo, éstas no estuvieron a disposición desde el inicio de la actividad, no contemplan a la totalidad de los niños participantes, los caminantes están excluidos de tenerlas y las cantidades resultan insuficientes e inclusive nulas dependiendo de la sede. Este déficit hace que los niños, especialmente aquellos pertenecientes a las organizaciones sociales, sean marcados con fibra en sus brazos con la respectiva información de referencia, episodio que ya fuera señalado y cuestionado por esta Defensoría en relevamientos anteriores.
-Los espacios destinados como comedores (carpas, gimnasios, escuelas) carecen de refrigeración y/o ventilación suficiente. Esta falta, tomando en cuenta las altas temperaturas estivales, los convierte en ámbitos poco aptos para una adecuada alimentación: o bien los niños no ingieren los alimentos calientes y calóricos agobiados por la temperatura del ambiente o, si lo hacen, luego presentan malestar, según se ha podido observar en varias oportunidades. En cuanto a los comedores, una vez más, se observaron faltantes de caballetes, tablones y sillas, situación que fuera parcialmente subsanada con el paso de los días, dado que los productos adquiridos y puestos a disposición son de mala calidad y requieren continua reposición.
-Asimismo, en los predios faltan espacios cubiertos y/o suficientes espacios descubiertos sombreados. La provisión de la media sombra para compensar esta carencia es escasa o nula y su colocación presenta inconvenientes. La falta de sombra limita la posibilidad de desarrollar actividades deportivas, desaprovechando los materiales adquiridos a tal fin.
-La protección solar y el repelente de insectos no han estado a disposición desde el inicio de las actividades, y resultan fundamentales para el cuidado de la salud del personal y los colonos. Asimismo, el alcohol en gel, esencial para la higiene de manos previo a las comidas, continua faltando en los predios, cabe destacar que en la mayoría de ellos los sanitarios son baños químicos que no cuentan con provisión de agua.
-Los materiales deportivos, de campo y natatorio, así como el material de librería necesario para el desarrollo de las colonias, tampoco estuvieron a tiempo en las respectivas sedes. Esta situación también alcanza a la identificación de los docentes, guardavidas, personal pedagógico y administrativo afectado a la actividad, quienes carecen de indumentaria que permita el reconocimiento de su función dentro de la organización, ya sea por falta o escasez de las mismas.
-Se verifica en todos los polideportivos exceso de residuos, falta de contenedores y cestos de basura y escasez de personal de limpieza.
-Faltan sombrillas para guardavidas, sillas y roscas entre otros insumos básicos de trabajo.
-Para finalizar, en cuanto a la hidratación y alimentación se evidencia la ausencia de contenedores isotérmicos en los puntos de hidratación, que permitan la conservación de la frescura del agua, la carencia de bases de apoyo para las botellas que impidan su contacto directo con la superficie (piso, tierra, pasto) y vasos descartables capaces de evitar una práctica insalubre: que todos (esto incluye niños y docentes) tomen del pico de la misma botella. En relación a la alimentación, se verificaron eventualmente, algunas unidades de barras de cereal vencidas.
Respecto de las particularidades, cuya nómina es bastante extensa, se hace mención a aquellas que revisten mayor perjuicio, peligrosidad o daño, a saber:
-Natatorios: agua turbia, falta de aspecto cristalino y saludable en Patricios, Parque Chacabuco y Parque Roca, como consecuencia de la falta o mal funcionamiento de los desagües.
-Vestuarios: con solados sin tratamiento antideslizante que representan peligrosidad para los colonos, con antecedentes de lesiones en Polideportivo Martín Fierro y Parque Roca, asimismo los 2 vestuarios con los que cuenta la colonia de este último parque, son de exiguas dimensiones para un total de 1100 niños diarios. La mayoría de los vestuarios (Avellaneda, Chacabuco, Roca, entre otros) no cuentan con el mobiliario básico necesario para ser utilizados como tales.
-Consultorios médicos: escasa refrigeración y/o precariedad en Chacabuco, Pomar, Roca y Manuel Belgrano; falta de algunos insumos en Patricios, GEBA, Dorrego y Martín Fierro. Se observan asimismo postas sanitarias en los predios carentes de privacidad en Polideportivo Manuel Belgrano, Parque Chacabuco.
-Baños químicos: insuficientes en varios predios, particularmente en Parque Sarmiento, cerrados en muchos otras sedes, colocados al sol, se perciben altas temperaturas en ellos y sin condiciones aceptables de higiene.
-Infraestructura: en general es problemática. Algunos ejemplos: precario estado de conservación de los juegos en Parque Sarmiento y Manuel Belgrano, solados en Costa Rica y Sarmiento, Alambrados en Roca y Santojanni, sector parrillas en Avellaneda (utilizado como espacio de recreación), carpas en Roca y Santojanni, importantes filtraciones de agua bajo autopista en Chacabuco y Martín Fierro, falta de provisión de agua en el Polideportivo Pereyra, canchas y playones repintados con rajaduras y grietas por falta de reparación real, vidrios rotos y materiales en desuso en la mayoría de los predios.
Por último, cabe resaltar la vocación, disposición y cariño con que la mayoría de los docentes y coordinadores llevan adelante las jornadas deportivas, sin importar las limitaciones que se les presentan, brevemente descriptas en este informe; así como la voluntad de los responsables en intentar reparar algunas de las observaciones efectuadas diariamente por este organismo.
En el marco de lo anteriormente descripto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, como órgano de defensa, protección y promoción de derechos y garantías, continuará trabajando hasta la finalización de las colonias, en la exigencia de condiciones dignas y acordes a lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño, la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y la legislación nacional y local que corresponde aplicar. Aquellas cuestiones que no pudieran ser reparadas, serán objeto de recomendación a la autoridad de aplicación del programa.
