El carnaval varía entre las diferentes regiones del país e integra elementos tales como disfraces, grupos que cantan coplas, desfiles y fiestas en la calle. A pesar de las diferencias que presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad social.
Tras sucesivas prohibiciones y reediciones en distintos momentos políticos de nuestro país, a partir del año 2011 se restablecieron los feriados de carnaval en todo el territorio nacional.
En particular, en la ciudad de Buenos Aires, desde 2004 se establecieron como feriados no laborables los días lunes y martes de la semana de carnaval de cada año. Y, desde 1998, esta celebración ha sido declarada parte del Patrimonio Cultural en el ámbito de la Ciudad. Mediante el Programa «Carnaval Porteño”, se promueve la actividad de las agrupaciones artísticas que intervienen en los festejos y su valor turístico.
Cada año intervienen en estas celebraciones más de 150 murgas que juegan un papel de integración sociocultural muy importante para la comunidad.
En este contexto particular de emergencia sanitaria por COVID-19, las distintas agrupaciones artísticas han informado al Ministerio de Cultura de la Ciudad su decisión de no realizar los típicos corsos y desfiles de carnaval, como medida de prevención y resguardo hacia los y las artistas y concurrentes, reemplazando la celebración presencial por actividades alternativas como streaming, murales y radios abiertas.