Teniendo en cuenta que el 53 por ciento considera que sus ingresos crecieron por debajo de la inflación, el 44 por ciento de las personas que habitan en la ciudad percibe que su situación laboral empeoró y el 42 por ciento tuvo que recurrir a un segundo empleo para cubrir sus gastos. En ese sentido, el 45 por ciento de los encuestados manifestó que cubre sus gastos mensuales pero no puede ahorrar y un 26 por ciento no llega ni siquiera a cubrirlos.
En relación al consumo del hogar y el uso de tarjetas de crédito, el 42 por ciento de los porteños disminuyó las compras en cuotas y el 37 pagó solo el mínimo o una parte del resumen de su tarjeta. Por otro lado, se observa una disminución del gasto en entretenimiento, marcas de calidad, indumentaria y TV por cable en un 69, 68, 67 y 40 por ciento respectivamente. En esa misma línea el 58 por ciento de los entrevistados usa su auto con menor frecuencia.
En cuanto al gasto en salud y educación, el 17 por ciento cambió a sus hijos de una escuela privada a otra con una cuota menor o a una escuela pública; y del 45 por ciento que cuenta con prepaga, el 19 se vio obligado a pasarse a un plan de menor cobertura y prestaciones.