Al no existir como persona para el Estado y siendo ya madre de una hija, además de ver vulnerados su derecho a un nombre y a la identidad -y, asimismo, a su dignidad- M.EC. no podía ejercer plenamente sus derechos a la salud, a la educación y al trabajo. Al momento en que acudió al consultorio de atención de la Villa 1-11-14 estaba cursando estudios pero no iba a poder obtener su título debido a que no era titular de un documento.
El juez hizo lugar a la demanda judicial presentada y finalmente M.EC., a sus 32 años, obtuvo su partida de nacimiento ante el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, por lo que desde ahora podrá ejercer sus derechos plenamente. La intervención del Programa de Patrocinio Jurídico del CDH fue clave para propiciar el acceso a la Justicia y remediar esa a vulneración de derechos, y a la vez permite visibilizar la cadena de omisiones que llevó a que una persona viva 32 años sin estar registrada.