En junio, una vecina de La Esperanza denunció ante la Defensoría del Pueblo la presencia de varios vehículos abandonados dentro del barrio. En dicha oportunidad, la Coordinación de Ambiente y Desarrollo Sostenible solicitó su retiro ante el gobierno porteño, concretado dos meses después.
Si bien este problema puntual fue resuelto, a 50 metros del barrio se ubica un depósito automotor de la Policía de la Ciudad cuyos vehículos se encuentran a la intemperie y representan otro potencial riesgo ambiental. Por este motivo se requirieron las explicaciones del caso a las autoridades competentes.
Por otra parte, una delegada de La Carbonilla denunció ayer la presencia de autos abandonados junto a la cancha de fútbol del lugar. Atento a esto, se iniciaron las gestiones para que sean removidos a la brevedad.
Cabe destacar que los vehículos abandonados en la vía pública poco a poco se convierten en un problema ambiental. Por efecto de la lluvia, el sol y las inclemencias del tiempo, contaminan el suelo con metales pesados y otros elementos tóxicos que resultan peligrosos para la salud de las personas y afectan al medio ambiente. Además, con el paso del tiempo, se transforman en focos de acumulación de residuos propicios para la aparición de vectores como mosquitos y roedores.
En un contexto agravado por la vulnerabilidad socioeconómica existente en los asentamientos y barrios populares de la Ciudad, esta problemática redunda en la multiplicación de los riesgos mencionados.