Se entiende por biodiversidad a la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos que conforman a la naturaleza viva y los ecosistemas en los que habitan (lagos, bosques, desiertos o campos agrarios).
Cuando se empobrece la biodiversidad se desatan innumerables amenazas ambientales, tal como el aumento de casos de zoonosis, enfermedades transmitidas de los animales a los humanos. Por el contrario, los ambientes de biodiversidad variada constituyen una poderosa herramienta contra su proliferación.
Los recursos biológicos, además, son la base en la cual se apoya la civilización. A pesar de los avances tecnológicos, el ser humano depende de ecosistemas saludables para disponer de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio y energía.
Según la ONU, la actividad humana ya alteró el 75% del medio ambiente terrestre y alrededor del 66% del marino. Como consecuencia, más de un millón de especies de animales y plantas se encuentran en peligro de extinción.
Las ciudades no resultan ajenas a este proceso. La disminución de los espacios verdes y la escasez de áreas biodiversas protegidas, tal como las reservas ecológicas, empobrecen aceleradamente la biodiversidad urbana.
En el Día de la Biodiversidad resulta de suma importancia llamar a la concientización sobre esta situación e impulsar acciones para colaborar a detener el deterioro de la naturaleza.