Bandera Argentina

Repudio de la Defensoría del Pueblo a la editorial de La Nación sobre niñas madres

La Directora del Programa de Atención de Niñez, Adolescencia y Género, María Elena Naddeo, se pronunció sobre el editorial del diario La Nación titulado 'Niñas madres con mayúsculas' y sostuvo que “la nota del diario coloca el debate en el peor de los escenarios: la banalización del abuso sexual, y la exaltación del embarazo adolescente”.

“No es ingenuidad profesional, se está haciendo de manera indirecta una apología del abuso sexual porque hay una amplia legislación que los considera delitos agravados por la edad temprana de las niñas”, explicó María Elena Naddeo

Argentina tiene un alto porcentaje de embarazo adolescente, siendo un 15%, estable desde hace décadas. Dentro de estas cifras las niñas embarazadas menores de 15 años llegan a una cantidad de 3000. Números que han generado iniciativas diversas de políticas públicas en los ámbitos nacionales y provinciales sin que hasta el momento se haya podido reducir sustancialmente esta problemática.

Para Naddeo “lo que se oculta en la nota del Diario La Nación, son las operaciones obstructivas realizadas por los sectores anti derechos, en todos aquellos casos en que las niñas quisieron interrumpir el embarazo y se los impidieron con estas argumentaciones medievales”. Observó asismismo que “la nota periodística señala claramente que no importa cómo se gestaron los embarazos adolescentes, sino que parecen ignorar las situaciones de abuso sexual y violaciones en la infancia ignorando el hecho que la jurisprudencia argentina legaliza el aborto legal en casos de violación”.

“Por supuesto que el requisito principal es escuchar la voz y contar con el consentimiento de la niña” – observó Naddeo- y dijo también que “el embarazo adolescente además de contener un riesgo físico y psíquico por la escasa madurez del cuerpo de la gestante implica, en muchas situaciones, a futuro y de llegar a término el parto, la interrupción del proyecto de vida de la joven, tanto en sus estudios como en su vida familiar y social. Porque, en la mayoría de los casos de las chicas de temprana edad, los embarazos provienen de abuso sexual en el ámbito familiar o de violaciones, delitos gravísimos que deben ser perseguidos y condenados, además de producir traumas y huellas profundas en las victimas, las cuales deben ser contenidas y escuchadas con especial atención y eficacia”.