Sabido es que la inspección permanente y sin previo aviso resulta sumamente importante y útil para transparentar el trato dado a las personas, controlar las condiciones de alojamiento, verificar el respeto de la ley, prevenir la posible comisión de torturas y jerarquizar, estimular y colaborar con aquellas autoridades para que gestionen adecuadamente las instituciones.
El objetivo de las visitas es identificar condiciones o situaciones sistémicas o puntuales que permitan o faciliten la comisión de actos de tortura y malos tratos y a partir de dichos hallazgos proponer soluciones para remediarlos. Es este el espíritu que guía la labor del organismo.