Bandera Argentina

La Defensoría, presente en el homenaje al padre Carlos Mugica en la Villa 31 de Retiro

A 40 años su asesinato, el Defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor, participó junto a vecinos de la Villa 31 de Retiro de un homenaje encabezado por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli.

«Vinimos a este homenaje con todos los compañeros y compañeras de la Defensoría para expresar que el legado del padre Mugica está más vivo que nunca. Es un día de dolor pero también de esperanza, porque nos invita a redoblar nuestro compromiso con la defensa, protección y promocíón de los derechos de los más desprotegidos, como lo hizo él», subrayó Amor.
Durante el inicio de la ceremonia realizada en la parroquia Cristo Obrero, donde descansan los restos de Mugica, Poli calificó su asesinato como «un verdadero martirio por la causa de los pobres» y afirmó que el cura «es un ejemplo de entrega a su pueblo». El cardenal también bendijo cuatro placas recordatorias donadas por la Cámara de Diputados de las Nación, el Ministerio de Desarrollo Social porteño, Rácing Club de Avellaneda y la Pastoral Villera. El acto fue seguido por más de dos mil personas que, una vez realizadas la bendición, recorrieron la villa en una multicolor procesión que incluyó la participación de las colectividades bolivianas, peruanas, paraguayas y norteñas.
La presencia del Sheik Abdul Karim Paz, director de la mezquita At Tahauid de Flores y máxima autoridad religiosa de la Asociación Islámica Argentina, aportó el carácter ecuménico al encuentro y participó, junto al Defensor del Pueblo porteño, de una entrevista conjunta para Urbana Te Ve, el canal de televisión de la villa que dirige el periodista Milcíades Peña.
«Carlos fue el sacerdote de los pobres», destacó Amor. «Vivió para dar testimonio de su compromiso evangélico con los derechos humanos de los más humildes, y fue asesinado en razón de su prédica emancipatoria y su militancia pastoral. Su memoria guiará por siempre nuestra esperanza de justicia social».