El trabajo infantil es una situación de excepción en nuestra legislación laboral que priva a niños y niñas de su derecho a la educación y el juego y puede exponerlos a situaciones riesgosas.
Las excepciones previstas son el trabajo infantil artístico, el trabajo infantil en empresa de familia y la extensión de jornada laboral para trabajadores adolescentes. Estos requieren autorización y, dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, quien otorga el permiso es la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio.
En las diferentes inspecciones realizadas por la institución, se constató la presencia de los menores junto con la persona mayor autorizada por la disposición correspondiente, quien tiene el deber de acompañar y permanecer junto al menor. También se verificó la contratación de la póliza respectiva, cerciorando que el menor efectivamente está asegurado.
Por otro lado, se han revisado los contratos de trabajo o bolos para asegurarse que el menor perciba una remuneración en efectivo y que no en especie. Desde la Dirección General de Protección del Trabajo porteña, se suele prestar especial atención al monto por el cual el menor está asegurado, que no debe ser inferior al $1.500.000. , junto con la titularidad de la contratación del seguro, que no puede ser una persona diferente a la autorizada por disposición para contratar al menor. Esta última situación se ha visto en diversas inspecciones, donde se solicitó la rectificación del contratante del seguro, bajo apercibimiento de suspender tareas.
Sí sabes de una situación de trabajo infantil, podés denunciarla en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y así intervenir en la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
